El Rangers de Steven Gerard quedó eliminado en los octavos de final de la Europa League: cayó 2-0 ante el Slavia Praga como local. El pozo acumulado fue de 3-1 a favor del conjunto checo. Pero se dio un hecho que dio la vuelta al mundo entero.

Se jugaban 60' del encuentro. Slavia Praga ganaba por 1-0. Pelotazo largo para Kemar Roofe. El delantero, en su afán de alcanzar el balón, fue con la plancha extendida y le dio una terrible patada en el rostro al arquero Ondrej Kolar.

Ni bien se consumó el hecho, el futbolista del conjunto escocés levantó los brazos, haciendo referencia que nunca vio al portero del Slavia Praga. Aunque el árbitro Orel Grinfeeld no dudó y le mostró la tarjeta roja.

Después de esa patada, Kolar quedó tirado en el piso y debió salir del campo de juego en camilla para poder recibir asistencia médica. El arquero padeció un corte de ocho centímetros en la frente.