Peñarol le ganó a Nacional por penales (4-3) luego de igualar 2-2 en el Estadio Centenario, donde después de mucho tiempo se volvió a jugar con público de los dos equipos en partes iguales y con entradas agotadas, algo atípico para cualquier clásico de verano.

Ya dos horas antes del encuentro ingresaron los espectadores y desde las primeras banderas que fueron coloreando los tejidos hubo cánticos de una cabecera a la otra, con versos tan lamentables como irreproducibles. Luego, con la llegada de un público más pacífico que completó la tribuna Olímpica, el clima mejoró.

Los carboneros terminaron celebrando por el penal que Thiago Cardozo le atajó a Gastón Pereiro y el que Franco Fagúndez estrelló en el caño, segundos después de que Ruben Bentancourt corriera la misma suerte cuando ejecutó el quinto del elenco mirasol.

El ingreso de Leonardo Coelho el los minutos finales fue el momento de mayor silbatina, pero el zaguero brasileño que pasó del Bolso al Manya acabó festejando de cara a la tribuna Ámsterdam en su segundo partido amistoso de amarillo y negro.