A dos días del estelar partido de ida de los octavos de final de la Champions League entre Real Madrid y París Saint Germain en el Bernabéu, el diario español ‘Marca’ dialogó con Edinson Cavani, quien no cree que el partido se de con muchos goles. “La ida, al menos, siempre es más cerrada. Ellos no querrán que les hagamos goles, y el visitante trata de esperar para contragolpear. Igual luego no se da así. A veces es inútil imaginar cosas, porque el fútbol es imprevisible. Será un partido parejo y donde también se trabajará mucho la defensa”, sostuvo.

“Todos sabemos que es una eliminatoria muy difícil, pero a su vez es un prestigio… es algo especial jugar contra un equipo del nivel del Real Madrid, que tiene mucha historia en el fútbol. Eso despierta entusiasmo y motiva. Va a ser un partido complicado y una eliminatoria en la que enfrentamos a un rival con mucha experiencia en esta competición. Tiene jugadores que en cualquier momento pueden hacer la diferencia”, analizó.

El hecho de dar el golpe en el Bernabéu y ganar allí lo ve “como un paso más en el proceso de crecimiento del club en los últimos años, con tantos cambios pero mucha ambición”. “Queremos ser cada vez mejores, seguir creciendo como institución y sumar experiencia”, dijo, aunque no cree que ganar la Champions League sea una obligación para el PSG pese a la enorme inversión que realizó en fichajes.

Sueño: el gol de tijera para ganar la Champions

“Se ha creado toda una historia, un mito, alrededor de la Champions. Obviamente, es la competición más linda, pero para mí es muy importante la Liga. Es el resultado de todo un año de trabajo. Ese mito de la Champions despierta mucha ansiedad en el hincha y en el futbolista que llega a París. Yo creo que no es necesario que un club como el PSG, que pese a los fichajes está en crecimiento, tenga el compromiso de ganar sí o sí la Champions”, argumentó.

No obstante, asegura que el gol que le falta en su carrera es “de tijera” y sueña hacerlo en una final por la orejona. “Quizá aún no he logrado uno de tijera, y me gustaría que fuese el día de un gran título para este club, en la final de la Champions, por ejemplo”, comentó el salteño entre risas. “He hecho goles de todo tipo, pero en el catálogo quizá me falte esa tijera”, agregó.

El camino hacia el máximo título europeo quedó trunco el año pasado con un histórico 6-1 sufrido en el Camp Nou a manos del Barcelona. “Perdimos un partido increíble, pero era parte del camino de este club. Nos tocó perder, y aprendimos. Este PSG se ha renovado, con más experiencia, y todo suma”, dijo, y quitó relevancia a los claros errores arbitrales que aquella noche perjudicaron al elenco parisino.

“No soy una persona de echar la culpa a nadie. Creo en el trabajo adentro de la cancha. El 98% de los partidos se pierde por la superioridad del rival o porque no estuviste a la altura. No importan otras cosas. Lo de Barcelona entra dentro de esos casos en los que te preguntas por qué pasó, y no porque yo estuviera involucrado, sino porque hubo cosas muy obvias, muy claras. Pero es inútil volver a eso. Queda a criterio de cada uno juzgarlas. Pasó y ya es pasado”, sentenció.

Disfruto mucho haciendo una diagonal, defendiendo un balón o parando un contragolpe

Al igual que por entonces, el entrenador es Unai Emery, un español que sumó “confianza” al plantel. “Se basa mucho en la motivación y eso es algo esencial y útil para el jugador. En el fútbol, y en la vida, uno necesita confianza. Y Unai hace un buen trabajo en ese sentido. Entrenar un equipo con grandes jugadores y enormes fichajes es fácil en algunos aspectos y difícil en otros. Llegaron nuevos jugadores y eso necesitó un tiempo. Emery aporta cosas muy positivas”, ponderó.

Bajo sus órdenes convirtió su gol 157 con la casaca del PSG para convertirse en el máximo artillero histórico del club. “No estaba ansioso ese día (ante Montpellier). Cuando marqué, me acordé del camino de todos estos años. Soy de ésos que miran atrás cuando se conquista algo importante. Lo que más me llamó la atención, tras lograr el récord, fue la reacción de algunos compañeros del equipo... ¡y de la gente! Sentí que los hinchas estaban en conexión conmigo, que me ayudaban a marcar ese tanto. Eso me llenó de alegría, más allá de los titulares del récord”, dijo.

Por último, cuando se le preguntó si ahora juega más cómodo como centrodelantero neto sin necesidad de correr rivales por las bandas, fue claro: “¿Sabe que yo no lo veo así? Yo disfruto mucho haciendo una diagonal, defendiendo un balón, cerrando una pelota clave a un atacante en un contragolpe. Eso también me llena porque uno corre para lograr eso. Es algo que ya está en mí y el día que no lo haga más ya no jugaré al fútbol. Estoy seguro. Esas cosas me dan la fuerza para después llegar y marcar”.

Cavani dijo ser consciente que tal vez semejante despliegue físico le quita energías para el momento de hacer lo que mejor sabe en el área rival, pero al mismo tiempo dio su explicación: “nadie me garantiza que quedándome quieto, y sin defender, vaya a hacer el doble de goles, 10 ó 15 más que de la otra forma. Defender es algo mío. Me nace. Yo salgo al campo a darlo todo, y si tengo que dar una carrera para cubrir a un compañero, lo hago”.