El pitazo final del guatemalteco Julio Luna sellaba, entrada la noche del miércoles, una goleada histórica de Estados Unidos ante Uruguay por 5-1 en Tampa, un golpazo a una era Bielsa que fue de más a menos y que parece estar en su punto más álgido.
El DT, en conferencia de prensa, no demoró en “hacerse responsable” de lo sucedido y eximir a los jugadores, lo que hizo una y otra vez tras un resultado adverso, además de hablar de una falla en la gestión de los recursos que tiene a su disposición.
Nada muy diferente a veces anteriores, con la diferencia de que esta vez el golpe dejó groguis a los hinchas, que rápidamente comenzaron a manifestarse en redes sociales por la pésima actuación, pero también a los dirigentes.
Ni siquiera la rápida salida de Jorge Giordano, director de selecciones nacionales de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), para respaldar al DT evitó el cimbronazo posterior.
“Estamos doloridos por el resultado, que nos pegó fuerte, pero hay que recomponer y seguir adelante. Tiene fuerzas [para seguir adelante]”, señaló sobre Bielsa.
Los jugadores
Ya nada es tan sencillo, porque todo hace entender que el vínculo entre los jugadores y el DT no es el mejor. La llegada e intercambio entre ambos no es lineal y las formas que tiene el argentino son aceptadas a regañadientes por un plantel que no está cómodo desde la Copa América.
Eso llevó también a una reunión —tras la derrota— convocada por algunos referentes con Matías Pérez, miembro del Comité Ejecutivo de la AUF por los grupos de interés, para hablar de la forma de trabajo que tiene el DT, el cansancio acumulado y la falta de escucha a algunos pedidos puntuales que se le hacen.
“Falta una charla muy profunda entre jugadores y entrenador”, dijo Egidio Arévalo Ríos previo al duelo con los norteamericanos y luego de visitar al plantel celeste en México.
“Hay que ver lo que hacen cada día, ya que además vienen de mucha competencia en sus equipos; habría que manejar las cargas para que lleguen a pleno a defender a su país”, agregó en Carve Deportiva, y remató: “Si esto sigue así, se van a resentir muchos jugadores y después dirán que los futbolistas no quieren jugar o que se pasan lesionados”.
Obviamente, Ignacio Alonso, principal propulsor de la llegada de Bielsa a Uruguay, sabe que sin el visto bueno de los jugadores es complicado el desarrollo a futuro, más teniendo en cuenta que quedan ocho meses para el Mundial.
Bajo la lupa
La principal preocupación de los dirigentes, más allá de la goleada, pasa por lo mostrado en cancha por el combinado charrúa, que mostró y muestra un claro retroceso individual y colectivo, pero también físico.
“No puedo decir qué hay que hacer de aquí a marzo para modificar esta realidad, porque el elemento clave es el contacto con los jugadores y para eso se necesita de un partido, cosa que hasta ese momento no lo habrá. Podremos comunicarnos, hablar, pero no mucho más”, señaló Bielsa en conferencia de prensa.
Ante ello, se comenzó a estudiar la posibilidad de un cambio de timonel en el que lo económico tiene un peso muy importante, ya que la AUF debería abonarle el contrato hasta el Mundial para darle salida, un vínculo demasiado oneroso para una entidad en pleno proceso de cambios. Esto siempre y cuando el rosarino no decida dar un paso al costado.
Lo confirmado es que este jueves, una vez que arriben los neutrales Matías Pérez y Jorge Giordano, se dará una reunión de emergencia junto a los cuatro miembros que están en el país: Andrea Lanfranco, Eduardo Ache, Sergio Pérez Lauro y Eduardo Mossegui, para evaluar la situación. Obviamente también participará Ignacio Alonso, que estará en Paraguay, ya que tiene una reunión pactada con la Conmebol.
Ante ello, se anunció una conferencia de prensa de Bielsa a las 20 horas en el Museo del Fútbol del Estadio Centenario, donde se dará un intercambio con los periodistas que promete traer novedades.
Un jueves que será clave, con noticias y decisiones importantes mientras la Celeste se proyecta con su peor cara al sorteo del Mundial del próximo 5 de diciembre.