Waymo, la filial de Alphabet especializada en vehículos autónomos, estudia la posibilidad de vender sus robotaxis directamente a usuarios individuales en el futuro, según reveló el CEO de Alphabet, Sundar Pichai, durante la presentación de resultados del primer trimestre de 2025.
Aunque Pichai no ofreció detalles concretos ni un calendario, señaló que existe una “opcionalidad futura para la propiedad personal” de estos vehículos autónomos. Actualmente, Waymo opera más de 700 robotaxis en Estados Unidos, con 300 activos en San Francisco, y es la única compañía que ofrece un servicio de transporte de pago con vehículos sin conductor.
Esta revelación se produce en un contexto de competencia creciente en el sector de la movilidad autónoma. Tesla, bajo el liderazgo de Elon Musk, planea lanzar sus propios servicios de robotaxis en los próximos meses, incluyendo una versión totalmente autónoma de su software Full Self-Driving (FSD) en Austin, Texas.
Musk, durante la conferencia de resultados de Tesla, comparó los enfoques: criticó a Waymo por su alto costo de producción debido al uso de sofisticados sensores, frente a la estrategia de Tesla de usar cámaras y algoritmos de inteligencia artificial para lograr una autonomía más asequible y escalable. Musk aseguró que Tesla podría capturar entre el 90% y 99% del mercado de robotaxis, gracias a su capacidad de producción en masa y a costos significativamente más bajos.
Tendencias y proyecciones
La posibilidad de adquirir un robotaxi para uso personal abriría un nuevo capítulo en la movilidad urbana, marcando una transición del modelo de flotas centralizadas hacia la propiedad individual de vehículos autónomos, algo que podría transformar profundamente la relación del público con los servicios de transporte y los patrones de urbanización.
Tendencias y proyecciones
La posibilidad de adquirir un robotaxi para uso personal abriría un nuevo capítulo en la movilidad urbana, marcando una transición del modelo de flotas centralizadas hacia la propiedad individual de vehículos autónomos, algo que podría transformar profundamente la relación del público con los servicios de transporte y los patrones de urbanización.
Además, si Waymo materializa esta opción, podría modificar el ritmo y la dirección de la competencia en el sector, donde las empresas no solo disputarán rutas y tarifas, sino también la fidelización del cliente final a través de la propiedad.