OpenAI, desarrolladora de tecnologías de inteligencia artificial como ChatGPT, firmó un contrato por 200 millones de dólares con el Departamento de Defensa de Estados Unidos para desarrollar prototipos de herramientas de IA aplicadas a la defensa cibernética y la gestión administrativa. El acuerdo, que se extenderá hasta julio de 2026, marca la primera colaboración formal de la empresa con el gobierno estadounidense bajo una nueva estrategia de acceso limitado a agencias públicas.

El Pentágono informó que el proyecto busca aplicar "capacidades de IA de frontera" en áreas críticas, desde la atención médica para miembros de las fuerzas armadas y sus familias hasta la optimización del análisis de datos y adquisiciones. También se destaca su uso en tareas de defensa cibernética proactiva, un eje creciente de la estrategia de seguridad nacional.

En su comunicado, OpenAI subrayó que todos los usos estarán sujetos a sus políticas de seguridad, que prohíben explícitamente el desarrollo de armas o cualquier aplicación que cause daño directo. No obstante, el acuerdo refleja un cambio de postura, ya que en 2024 la empresa eliminó de sus términos de uso una cláusula que vetaba cualquier colaboración militar.

El contrato se inscribe en un contexto de creciente integración de la inteligencia artificial en el aparato de defensa estadounidense. Compañías como Anthropic, Google y Meta también han flexibilizado sus restricciones y ya trabajan con agencias militares o de inteligencia. En diciembre de 2024, OpenAI había dado un primer paso al asociarse con Anduril Industries para integrar IA en sistemas antidrones.