El informe, presentado por el psicólogo David Rakison, y publicado en la revista New Scientist, explica que las mujeres tienen un miedo “genético” a arañas y serpientes. Según estudios anteriores, el sexo femenino es cuatro veces más propenso a tener fobias que el masculino, pero recién ahora se descubre que es innato.
La investigación se realizó con 10 niños y 10 niñas de 11 meses, a los que se les mostraron fotografías de arañas asociadas a caras de miedo y felicidad. Según el responsable de la investigación, los varones dedicaron igual cantidad de tiempo a mirar las distintas imágenes, en tanto las niñas miraron durante más tiempo la fotografía del arácnido asociado al rostro sonriente, lo que “sugiere que lo encontraron contrario a sus creencias naturales”.
Rakison cree que las mujeres están predispuestas a temer a estos animales desde tiempos prehistóricos, cuando arañas y serpientes representaban un peligro especial. Para los hombres, en cambio, eran riesgos naturales a los que había que enfrentar.
De acuerdo con investigaciones anteriores, el 5,5% de las personas presentan fobia a las serpientes, y el 3,5% a las arañas, y estos miedos se dan cuatro veces más entre las mujeres que entre los hombres.