Los robots, apenas más grandes que una moneda, se comunican entre sí a través de pulsos de luz infrarroja y trabajan coordinadamente para generar estructuras complejas, informó Gizmodo.
Cada robot es autónomo y, por el momento, pueden formar estructuras bidimensionales pero los investigadores trabajan para que estos pequeños robots puedan lograr diseños más complejos en tres dimensiones.
Lo interesante de este "enjambre" es que no están unidos por un cerebro principal y pueden seguir funcionando como conjunto aun cuando se añaden o suprimen individuos.
Los robots se cargan con baterías recargables mediante una amplia placa de inducción.