Amazon anunció la adquisición de Bee, una startup de inteligencia artificial que desarrolló un asistente personal en forma de wearable, capaz de escuchar conversaciones, registrar rutinas y generar resúmenes y recordatorios contextuales de forma autónoma. La compra refuerza la estrategia de Amazon para integrar inteligencia artificial contextual en su ecosistema de productos inteligentes.
El dispositivo de Bee —una pulsera que funciona como asistente activado por audio— escucha el entorno del usuario, transforma el contenido en información práctica y la entrega a través de su aplicación en iOS o en Apple Watch. La compañía promueve una IA “centrada en las personas”, que se presenta no como una herramienta pasiva, sino como un “compañero de confianza”.
La cofundadora de Bee, Maria de Lourdes Zollo, confirmó la operación a través de una publicación en LinkedIn. Aunque los términos de la adquisición aún no se han hecho públicos, Amazon ha manifestado su intención de preservar los estándares de privacidad y dar a los usuarios mayor control sobre su información.
Privacidad bajo la lupa
El funcionamiento de Bee despertó tanto interés como inquietud. A pesar de que la pulsera está diseñada para escuchar todo lo que ocurre alrededor del usuario, la empresa asegura que las grabaciones no se almacenan ni se utilizan para entrenar modelos de IA, y los usuarios pueden eliminar sus datos en cualquier momento.
Según reveló TechCrunch, la compañía planea agregar funciones para restringir la grabación en determinadas situaciones o lugares, como oficinas, hospitales o zonas privadas, pausando automáticamente la función de escucha.
Amazon, por su parte, afirma que continuará fortaleciendo las opciones de privacidad y transparencia. “Diseñamos nuestros productos para proteger la privacidad y seguridad de nuestros clientes”, declaró Alexandra Miller, vocera de Amazon, en declaraciones a The Verge.
Con información de Europa Press