"Nuestros corazones están apenados por las pérdidas de vidas humanas en Greensburg (Kansas)", aseguró Bush tras asistir a misa en compañía de la primera dama, Laura Bush, en una iglesia situada cerca de la Casa Blanca.

"A la comunidad le va a llevar tiempo recuperarse y, por lo tanto, ayudaremos de la forma que podamos", añadió Bush.

Apuntó que la gobernadora de Kansas, Kathleen Sebelius, y el senador republicano por Kansas, Pat Roberts, le informaron con detalle de la destrucción en la zona.

"Me dijeron que resulta difícil describir lo afectada que se ha visto esta comunidad", destacó.

La declaración de zona catastrófica permitirá a los residentes del condado de Kiowa -sede de la localidad de Greensburg- solicitar fondos del gobierno federal.

La ayuda incluye desde donaciones para la reparación de viviendas, hasta hipotecas a bajos tipos de interés para cubrir pérdidas de propiedades no aseguradas y otros programas para ayudar a individuos y negocios a recuperarse de las consecuencias del desastre, aseguró hoy la Casa Blanca.

Por su parte, el Servicio Nacional de Meteorología alertó hoy de que continuará el mal tiempo en el centro del país.

Los meteorólogos advirtieron de "una situación extremadamente peligrosa" en la región central del estado de Nebraska ante la amenaza de grandes tornados.

EFE