El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue uno de los principales protagonistas en la Asamblea General de la ONU, en la que dijo que "ya no huele a azufre, sino a esperanza".

Aludía a las expectativas que ha generado el primer discurso que pronunció en ese foro el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, en el que abogó por recuperar el multilateralismo e iniciar una "nueva era" de cooperación frente a conflictos mundiales.

La defensa del multilateralismo y de una reforma que haga más democráticas las instituciones internacionales, es el principal hilo conductor de los discursos de los dirigentes de 192 países convocados esta semana en Nueva York.

Los países latinoamericanos se unieron en el reclamo de un nuevo reparto de poder que tenga más en cuenta a los países en desarrollo en organismos como el FMI, el Banco Mundial, o el Consejo de Seguridad de la ONU.

Chávez regresó al foro mundial de debate de Naciones Unidas con un discurso más moderado hacia Estados Unidos que en su última intervención en 2006 cuando dijo que la tribuna olía a azufre tras el paso del entonces presidente George W. Bush, al que llamó diablo.

"Un nuevo mundo ya asomó, que marcha hacia lo multipolar", afirmó el dirigente latinoamericano más radical, quien reconoció posteriormente en una rueda de prensa que "tiene química" con Obama.

Sin embargo, advirtió que hay "dos Obamas", uno el de su discurso en la ONU, y otro que utilizará siete bases militares en Colombia.

Chávez con su retórica apasionada, que en ocasiones levantó aplausos, reclamó que el Gobierno de Estados Unidos reconozca el peso geopolítico y la soberanía de los distintos bloques, entre ellos el de América Latina.

En su intervención, el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, denunció que los países de Latinoamérica gastan 60.000 millones de dólares anuales en armas para "combatir enemigos imaginarios".

"Los ejércitos de nuestra región recibieron casi 60.000 millones de dólares para combatir enemigos imaginarios, mientras nuestras poblaciones luchaban contra la crisis con las manos vacías", denunció el Nobel de la Paz de 1987.

La crisis de Honduras fue citada en la tribuna de la ONU por todos los presidentes latinoamericanos, que reclamaron la vuelta al poder del presidente constitucional, Manuel Zelaya, refugiado ahora en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

Uno de los grandes fallos que ha tenido Estados Unidos es "haber menospreciado y maltratado a América Latina y el Caribe durante muchos años", dijo Chávez en una rueda de prensa tras su intervención ante la Asamblea General de la ONU.

"Ojalá Obama le dé un viraje a la visión que tiene la Casa Blanca y el Departamento de Estado de América Latina", deseó.

Fuente: EFE