En el mes de mayo, el dueño del local vintage Vieja Bohemia, Ignacio Episcopo, abrió sus puertas a Montevideo Portal.
Allí, además de exhibir un inventario que podría definirse como una tesorería cultural de los últimos 60 años, Episcopo habló sobre la Feria Bohemia: un espacio familiero que busca “reconectar con el niño interior” y darle un espacio de crecimiento a una comunidad de nicho, pero cada vez más grande.
Lo que comenzó en 2024 a partir de un dibujo improvisado en una servilleta, pasó a “meter más de mil personas en un día de lluvia torrencial” y celebra su cuarta edición este sábado.
¿Qué es la Feria Bohemia?
Definir la Feria Bohemia no es sencillo, admite Ignacio, porque adentro conviven múltiples mundos. “Es un espacio donde vas a encontrar realmente todos los artículos retro que existían en los años sesenta, setenta, ochenta y noventa”, explica.
La propuesta abarca desde consolas de Sega, Nintendo o Commodore, hasta juguetes de hojalata, figuras plásticas de los setenta, historietas y cómics. También hay figuritas de kiosco, en paquetes cerrados de distintas décadas y trading cards de distintos palos como Pokémon, básquetbol o fútbol. A eso se suman vinilos, VHS y remeras personalizadas de todo tipo.
El denominador común es lo auténtico. “Siempre tratamos de priorizar stands con artículos retro reales. No tanto merchandising moderno, llaveros o tazas sublimadas, sino piezas de época que realmente muevan algo en quienes visitan la feria”, aclara.
Esa elección curatorial tiene el objetivo de que cualquier persona pueda sentirse parte. “No tenés que ser coleccionista ni conocer del tema. Podés venir como curioso o simplemente a divertirte como cuando eras guacho en una maquinita”, resume Episcopo.
La tercera edición marcó un antes y un después. “Lo que logramos fue romper esa cuarta pared de que esto era solo para coleccionistas”, recuerda. La clave estuvo en volverla un evento familiar: “Lo que a todos nos une, en algún punto de la vida, es un juguete. Puede haber sido un cartucho de plástico, una consola o una figura, pero siempre hay algo que nos conecta con la infancia”.
Ese cambio de enfoque permitió que, incluso en un día de lluvia torrencial, la feria reuniera a más de mil personas. “Logramos comunicar que esto es una fiesta. La gente lo vive como tal”, dice.
La masividad, sin embargo, obligó a reorganizarse. “Ya no nos alcanzaba con darnos una mano entre amigos. Tuvimos que armar un equipo con más staff, más expositores, más arcades y más torneos”, contó.
Del viral video de “la Bielseada” a ser parte de la familia: el retorno de Emilio
Uno de los grandes atractivos de la tercera Feria Bohemia fue la presencia de Emilio González Moreira, comediante argentino que se especializa en la región como “profesor de historia de videojuegos” y que se hizo viral con sus análisis que mezclan política, fútbol y cultura gamer, entre ellos el célebre video de “la Bielseada” durante la Copa América 2024.
Invitado especial en aquella edición, Emilio se encontró con un público que desbordaba el local pese a la lluvia. “Se fue totalmente sorprendido porque está acostumbrado a eventos de 15 o 20 mil personas en Argentina, y acá vio mil personas riéndose, jugando y disfrutando como si fuera una fiesta”.
La experiencia lo marcó. “Hoy Emilio es un amigo de la casa”, afirma el organizador. Su regreso en esta cuarta edición confirma ese vínculo: vuelve, no como una figura distante, sino como un “plasticoso más”, dispuesto a mezclarse entre la gente, charlar, sacarse fotos y compartir anécdotas.
“Resigna shows más rentables en Argentina para venir a Montevideo porque acá la pasa bien, porque hacemos un asado, porque se siente parte”, resume Episcopo, y apunta a una posible ambición de “agrandar la familia” en algo más regional.
La realidad uruguaya y la necesidad de “fracasar”
Aunque la Feria Bohemia crece a paso firme, Episcopo es consciente de las limitaciones que impone el mercado local. “En Argentina metés diez mil personas y es un evento más. Acá metés ese número y cerrás 18 de Julio”, compara.
Organizar este tipo de encuentros no es fácil: los costos son altos y el riesgo siempre está presente. “No es sencillo hacer esto, porque tenés a expositores que invierten tiempo y plata, y un público que llega con expectativas. No puede ser un cumpleaños para uno mismo”, advierte.
Parte del aprendizaje fue aceptar tropiezos. “Tenés que fracasar”, afirma. En ese sentido, recordó cómo la primera edición fue a pérdida, la segunda se hizo a beneficio, y recién la tercera logró ser redituable. “Cada vez que terminamos una feria encontramos cosas para mejorar. La consolidación es eterna”, sostiene.
Ese proceso lo llevó a definir dos pilares para sostener el crecimiento: accesibilidad y comunidad. “Prefiero que la entrada sea barata y que cualquiera pueda venir, desde alguien en silla de ruedas hasta un padre con sus hijos. Si no, volvés a encerrarte en un nicho”, explica.
La “misa plasticosa”
Foto: Instagram @Vieja_Bohemia
La cuarta edición de la Feria Bohemia se realiza este sábado 27 de setiembre en el Espacio El Recreo (Sarandí 320), un lugar con dos pisos, patio, gastronomía y pantallas gigantes. La entrada cuesta $175 y es gratuita para menores de seis años.
El horario será de 11 a 22 horas, con la posibilidad de entrar y salir durante toda la jornada. Adentro habrá más de cincuenta mesas repletas de artículos retro, desde juguetes y consolas hasta vinilos y VHS, además de arcades, torneos y stands gastronómicos.
“Va a ser la misa plasticosa más grande del Uruguay”, promete Episcopo. “Un día para reencontrarse con la nostalgia, enseñarles a los hijos los juguetes de otra época y vivir la feria como una fiesta”, concluyó.