Antaño habitual residente de las zonas selváticas de América y Asia, el tapir se encuentra actualmente en peligro de extinción, etiqueta que por desgracia comparte con buena parte de la fauna silvana.
Una de las singularidades del tapir es su pene prensil, que le permite una mayor sujeción durante el apareamiento. Y como se aprecia en el siguiente y ya popular video, esa parte del cuerpo también le sirve para rascarse, algo muy útil cuando se carece de brazos.