"Dimdim" fue descubierto moribundo y cubierto de petróleo en 2011 por Joao Pereira de Souza, albañil y pescador retirado de 71 años, en las costas de Provetá, Brasil. Luego de limpiar y alimentar al pingüino, el anciano lo soltó en el mar creyendo que ya no lo volvería a ver.

Unos meses después, el animal regresó y reconoció al pescador de inmediato. Desde ese momento, "Dimdim" pasa ocho meses al año junto al jubilado, para luego regresar a las costas de Argentina y Chile.

Mientras el pingüino permanece junto a él, De Souza lo alimenta con una dieta especial a base de pescado para fortalecerlo. Este año se volvieron a ver fotografías del ave junto a su salvador en las costas de Brasil, según informa Daily Mail. "Quiero al pingüino, le quiero como si fuera mi hijo y creo que él también me quiere a mí", declaró De Souza a la cadena brasileña Globo TV.