Una larga historia de migraciones, roces y ósmosis cultural ha llevado al idioma español a filtrarse por la frontera sur de los Estados Unidos. A nivel popular, el uso del mixto "spanglish" está ampliamente extendido en diversas comunidades del país y no constituye novedad.

Sin embargo, más llamativa resulta la infiltración de algunos vocablos en el mundo de la alta política norteamericana, y especialmente la de una palabra que no parece haberse colado por a través del Río Grande ni desembarcado en Florida. Se trata de la gráfica expresión "cojones", que de seguro llegó al Nuevo Mundo en las imprecaciones de los conquistadores españoles.

En las últimas décadas, la ruda palabra ha sabido meterse en el diccionario político estadounidense. El primer registro pertenecería a John F. Kennedy, que escribió en 1961 que "en el Departamento de Estado hay mucho cerebro y pocos cojones, y en el Departamento de Defensa muchos cojones y poco cerebro", según recuerda el periódico madrileño El Mundo.

La siguiente huella en la pista de "cojones" corresponde Madeleine Albright, secretaria de Estado, que afirmó en 1996, cuando el régimen de Fidel Castro derribó dos avionetas del grupo anticomunista 'Hermanos al Rescate': "Esto no es cojones, es cobardía". La declaración fue calificada por el jefe de Albright, Bill Clinton, como "la frase más efectiva de la política exterior de la Administración".

Más recientemente, en octubre de 2004, el venerable semanario británico 'The Economist' afirmaba en primera página que George W. Bush "no cojones".

Ahora, la expresión parece recuperar algo de su sentido chusco en boca del comediante Steven Colbert, quien la empleó para burlarse de las pretensiones del republicano Rick Santorum acerca del uso del idioma inglés en Puerto Rico. "Hacen falta cojones para ir a Puerto Rico y decirles que dejen de decir cojones", dijo el humorista

A nivel de la Academia, los cojones también están haciéndose un hueco en el pensamiento político estadounidense. Colum Lynch, el corresponsal de 'The Washington Post' en la ONU se preguntaba esta semana en el titular de su habitual 'post' en la edición 'online' de la revista 'Foreign Policy': "¿Ha descubierto Susan Rice su momento cojones?" Susan Rice es, dicho sea de paso, la embajadora de EEUU en la ONU.