En su afán por seguir rescatando discos del pasado, el sello Little Butterfly Records relanza una nueva obra de arte, esta ya no de lo de los setenta o noventa, sino que casi arribando al segundo milenio. Se trata de The Perro Convention, una joya bien guardada de Plátano Macho, que estaba esperando su momento de volver a salir a la cancha y vaya si lo hace en un momento que lo necesitaba.

A partir de este viernes, se puede escuchar – y disfrutar – en las plataformas digitales este disco, que, en muchos sentidos, por no decir todos, está muy avanzado a su tiempo, aunque también retrata un momento histórico que es el fin de los noventa.

The Perro Convention fue editado en 1998 pero podría haber salido hoy o quizás en el 2050. No hay forma de ubicar en el tiempo a un disco que rompe no solo con la barrera temporal sino que también dinamita a las fronteras físicas”, explica el sello en un comunicado escrito por Diego Rocha, en una afirmación que da la pauta de un álbum que es, en gran parte de los sentidos, inclasificable.

Desde Little Butterfly Records relatan que, si bien fue concebido y parido en nuestro país, en realidad, trae un bagaje más profundo, que lo une mucho a territorios mexicanos y suecos. Y es quizá esa diversidad fecunda la que hace que termine siendo la obra vanguardista que es.

“A pesar de tener al rap como elemento dominante el disco es un verdadero mejunje de estilos; jazz, funk, soul, hardcore, metal, todo se licua y se vuelca sin llegar nunca a una mezcla homogénea. Es irreverente, pendenciero, lujurioso y fiestero. No tiene lengua oficial, aunque el inglés gobierna. En una misma canción se pasa del inglés al francés y al español con mutante naturalidad”, describe sobre el disco de la banda conformada por SPD González, Choniuk, LSPiano aka Supervielle, A/PM aka Androoval y Clecter.

Otro punto que destacan es la omnipresencia “fumeta” a lo largo de todas las canciones, lo que atribuyen y afirman que pone al disco en “línea directa con Cypress Hill”. “Se podría decir que estamos ante el primer disco uruguayo en el que se le hace una abierta celebración al consumo de marihuana”, afirman, y en ese sentido, también se puede decir que está adelantado a su tiempo, ya que debieron pasar décadas antes que el cannabis finalmente fuera legalizado en nuestro país.

Junto al relanzamiento del disco en plataformas digitales, también está el video de “Pendeja”, una canción representativa de la obra y que, en su momento, fue ampliamente difundida, no solo a nivel local, sino también regional, con MTV como caballito de batalla. Es paradójico, y hasta premonitorio quizá, el hecho que dentro de la pieza audiovisual la banda concurre a Discomoda (Tristán Narvaja 1614) a la liturgia de revisar los canastos con vinilos, siendo la tienda, justamente, hoy la sede de Little Butterfly Records. Además de esto, el videoclip muestra un Montevideo de los 90 parecido al de hoy, pero también sumamente diferente, en el que la gentrificación no se había comido los típicos bares de barrio y la bohemia callejera de la ciudad.

“Es una foto panorámica de los 90’s pero también un gran muestreo de lo que vino después. Su icónica y rompedora de esquemas caratula se transformó rápidamente en una de las portadas más impactantes de la música uruguaya. Recuerden que era Uruguay 1998 a nadie se le ocurría ser tan gráfico”, dicen al respecto desde el sello.

Sin duda alguna, este relanzamiento circunscribe en la misión – o cruzada, elijamos el término que más nos guste – que tiene la discográfica de seguir rescatando gemas del pasado para traérselas a las generaciones de hoy. Y también para darle el lugar que deberían tener, en un país donde muchas veces las cosas tienden a perderse en el olvido.

En este sentido, es que sostienen: “Little Butterfly Records infla el pecho y reedita con orgullo al perro, poniéndolo al alcance de las nuevas generaciones, sabiendo que la vanguardia no tiene fecha de caducidad”. Y esto no deja de augurar nuevas reediciones, lanzamientos y presentaciones de un sello que pisa fuerte y tiene bien claro hacia donde quiere ir.