El protagonista de este video es un estadounidense llamado Mickey, aspirante a ingresar en el libro Guinness por s su mala uerte. Porque si tener un animalito intruso dentro del oído ya es algo desagradable, que los invasores sean dos ya es el colmo.

En la grabación, puede verse lo molesto que resulta para el anfitrión albergar tan indeseables huéspedes. Tendido en el suelo, aguarda por la "cirugía" que lo libere del problema.

Munidos de una pinza de cejas, sus amigos comienzan con la labor. El primer intruso es una pequeña garrapata, que pese a su conocida capacidad de sujetarse a la piel, es extraída a pedazos. Pero el segundo huésped -una polilla de una pulgada de longitud- ofrece más resistencia. Finalmente -y tras varios intentos fallidos, logran retirarla.

Increíblemente, la polilla había sobrevivido a su "reclusión" y extirpación, y luego de ser retirada conserva suficientes energías para volar un poco, antes de caer y ser atrapada una vez más.

En lo que va del año, se han producido -y publicado en las redes- varios casos igual o más impactantes. Quizá el más asombroso sea el de un hombre en la localidad india de Villupuram, ocurrido hace apenas un par de semanas. El individuo acudió a un consultorio médico tras sufrir por varios días una molestia en el oído, y los médicos le extrajeron un grillo de tres pulgadas que estaba alojado en lo profundo de su canal auditivo. El insecto estaba vivo.

En agosto, un empresario inglés llamado Rob Fiekding requirió una maniobra de 90 minutos para extraer una polilla viva que había pasado tres días dentro de su oído. En enero, un australiano debió recibir asistencia luego de que una cucaracha se colara en su canal auditivo.