Un vecino de la localidad francesa Neuville-sur-Saône, en el área metropolitana de Lyon, hizo a principios de mes un hallazgo inesperado, insólito y valioso. Mientras cavaba en el patio del fondo para instalar una piscina se encontró con tres bolsas plásticas llenas de lingotes y monedas de oro, tesoro valuado en cerca de 700.000 euros
Tras el descubrimiento, el hombre siguió el mandato de la ley e informó del hallazgo a las autoridades pertinentes, incluida la Dirección Regional Francesa de Asuntos Culturales. Los expertos analizaron el material y concluyeron que las piezas tenían entre 15 y 20 años de antigüedad, y carecían de valor histórico o arqueológico. Las barras tenían números de serie rastreables hasta una refinería de oro en la región, lo que confirmaba el origen relativamente reciente del oro.
Con base en esta información, las autoridades inicialmente autorizaron al residente a conservar el tesoro. La ley francesa permite a un propietario conservar los bienes que se encuentren en su tierra, siempre que no tengan importancia histórica o arqueológica.
Sin embargo, según informaron medios locales, el caso no es nada simple, y el dueño de casa podría quedarse sin siquiera una moneda.
Abogados expertos en temas patrimoniales advirtieron que herederos del antiguo propietario del inmueble pueden reclamar parte o la totalidad del oro. Si estos herederos se presentan y demuestran una conexión legal con el bien enterrado, el descubridor podría perderlo todo. E incluso si se identifica al antiguo propietario y este no tiene herederos, cabe la posibilidad de que el oro sea reclamado por al Estado francés.
Un enigma dorado
El origen del oro sigue siendo un misterio. El antiguo dueño de la casa, ya fallecido, nunca hizo ninguna referencia al tesoro en los documentos oficiales. Las autoridades dicen que no hay evidencia de delito, como contrabando o robo, asociado con el material encontrado.
La historia tuvo repercusión nacional en Francia y generó reacciones humorísticas entre los residentes de la región. Patrick Rachas, concejal del municipio donde se produjo el hallazgo, elogió la honestidad del hombre que informó del hallazgo a las autoridades y, en tono de broma, declaró a la prensa local que también tenía la intención de "empezar a excavar" en su propio patio trasero, sugiriendo que podrían estar escondidos otros tesoros bajo tierra en la ciudad.
Mientras el proceso legal continúa sin solución, el residente vive con la incertidumbre de haber encontrado una fortuna y, al mismo tiempo, con la posibilidad real de quedarse sin nada.