Hace un tiempo publicábamos sensuales fotos de Demi Moore para la revista W, elogiando la imagen de la actriz, a pesar de que, como resultaba evidente, las mismas estaban digitalmente mejoradas.

Es lógico que el retoque digital está a la orden del día y no solo para actrices o celebridades maduras. El Photoshop ya se transformó en un requisito previo a la publicación de cualquier imagen.

Pero una cosa es mejorar imperfecciones de los que siempre deben lucir hermosos, y otra es deformarlos y hacerlos lucir ridículos, lo cual le pasó a Moore en la portada de esa misma revista.

Los editores de imagen se entusiasmaron con el Photoshop y le borraron una parte de su cadera, desatando una nueva polémica en torno al uso de este recurso digital, informó el Daily Mail.