La enfermedad es también conocida como la del “niño torpe” e impide por ejemplo, atarse los cordones de los zapatos o realizar movimiento con complejidad motriz.

Según informa el sitio español 20 minutos, Daniel Radcliffe la padece desde niño y el mismo actor habría confesado que ese problema lo llevó a la actuación debido a las dificultades que padecía en el colegio.