Cuenta el relato bíblico que Sodoma y Gomorra eran dos ciudades dadas a los vicios, la lujuria y el descontrol. Sus habitantes se condenaron a la destrucción divina y Dios, compasivo, perdonó la vida a Lot y sus hijas por no dejarse llevar.

Y es que la literatura, la vida, en general, ha sido una balanza entre el bien y el mal. Los excesos contra el orden. El poder contra la debilidad.

Irvine Welsh lleva un cuarto de siglo siendo adalid en esto de darle voz al débil, al que no tiene poder, al que se deja llevar por los excesos y le grita "Andate a la mierda" al poderoso.

Como si fuera Marty McFly ha escrito las escenas menos pensadas desde la ficción que con el paso del tiempo se han convertido en decadente realidad.

El autor escocés visitó nuestro país en el marco del FILBA internacional en Montevideo para participar de la mesa "120 días en Sodoma: las fiestas y los excesos". Antes, hablamos de los vicios, el poder y la muerte. ¿Escribir es un exceso? ¿Y si acaso vivimos en Sodoma?

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Hace 25 años comenzaste a escribir novelas tomando, quizás sin pensarlo, una fotografía de una generación. En retrospectiva, ¿cómo ves la foto de esa generación?

Creo que ha sido muy duradera, tanto la película como Trainspotting, el libro, y la obra de teatro que está fuera de Broadway en Nueva York, ha estado en cartelera por mucho tiempo, ha pasado mucho en el mundo. Creo que porque se trata de una transición, hacia una sociedad posindustrial, que estos personajes están a la vanguardia de esto, porque su origen es de clase trabajadora industrial, no todas las personas enfrentan los mismos problemas que ellos enfrentaron en ese momento, pero se trata de ese tipo de cambio tecnológico, la redundancia espiritual de la humanidad, con las drogas que eran una epidemia en ese momento y hay una transición de esa sociedad al futilismo, al capitalismo y de aquí en el capitalismo hacia el conceptualismo, tenés una plaga un poco más psíquica de las personas intentando darse cuenta de qué está pasando en sus cabezas, también usan drogas como analgésicos y estimulantes, entonces es una novela un poco sobre eso, sobre la transición, y es un poco por eso que ha permanecido y ha durado tanto.

Ha habido un cambio social en el sentido de que 25 años atrás, una parte de la población que no tenía voz, necesitaba hacerse oír, por ejemplo, a través de un libro y, hoy en día, esas minorías o parte de la sociedad que históricamente no tuvo voz, ahora sale a la calle y se acerca a la gente de más poder, ¿lo ves así?

Bueno, no creo que se trate de tener una voz y expresar opiniones ya, porque con la internet y las rrss todos tienen una voz y pueden expresar sus opiniones. Se trata del poder y el acceso al poder, podés decirle la verdad al poder, pero el poder no te escucha, o te ignora, o lo que sea, no importa realmente, creo que es el tipo, es una de las cosas que ha llevado a la polarización de la sociedad, personas que están muy a favor de la autoridad en el poder y personas que están muy en contra de la autoridad al poder y no hay mucho entre medio, así que no creo que se trate de no tener una voz, creo que se trata de no tener poder, o en otros casos, no ver la relevancia de la política y el sistema político entero para la vida, lo cual está bien.

En Sudamérica, y en buena parte del mundo, la clase obrera logró llegar al poder, la gente se ha sentido identificada en cuanto a recuperar derechos, pero transcurrido un tiempo, las personas empiezan a quejarse mucho por seguridad, y esa queja ha sido tan fuerte que incluso los lleva a votar no a un partido con el que se sientan identificados, sino a uno que opine directamente lo opuesto al que está en el gobierno como una forma de crítica social. ¿Por qué?

Creo que estamos en un momento en el que todos luchamos, todos los países parecen estar luchando por encontrar al imbécil más grande que pueden y votarlo, y después odiarlo pero seguirlo votando y creo que eso es porque, como dijo Bertrand Russell, el problema es que las personas más inteligentes están llenas de dudas, y las personas más estúpidas están más seguras de las cosas. Creo que porque estamos en un momento tan volátil... queremos que un idiota esté seguro para darnos este tipo de delirio de que podemos dar vuelta el tiempo a una época dorada que nunca existió porque lo que está sucediendo es muy amenazante, preferimos hacer eso que enfrentar el cambio climático, el cambio poblacional, el colapso del sistema financiero, la gran desigualdad, la cultura de la deuda que está destruyendo todo, entonces, de hecho, ya no podemos pagar salarios, es una economía que no paga salarios, estamos avanzando hacia una economía pos salarial, así que nadie quiere enfrentar estos problemas, es más fácil hacer de cuenta de que podemos creerle a un payaso que persigue sus propios intereses, realmente no creen en sí mismos, solamente en sus intereses, en obtener poder, para dar vuelta el tiempo.

En general, en tus libros, siempre te has centrado en esos problemas que se generan cuando una persona intenta ser lo mejor, o encontrar su mejor versión, y muchas veces en ese camino han sido un Delorean al futuro, ¿qué estás viendo hoy que nutra una nueva historia que escribir? ¿Qué foto estás sacando hoy para escribir en un libro?

Bueno, creo que todos tenemos la misión de ser la mejor versión de nosotros mismos, es como la misión en la vida, querer seguir siendo mejor, ser mejores personas, ser más positivos, al menos la mayoría de nosotros. Y, en contra de eso, estamos como en un mundo que cada vez nos pone más desafíos que nunca, que nos infantiliza, nos estupidiza más que nunca, así que, es una tarea muy difícil, es casi como si nuestra misión como humanos estuviera siendo distorsionada por el ambiente en el que vivimos y que creó un zoológico muy imperfecto para nosotros, para que andemos libremente, en el que nos sentimos bastante perdidos y alienados de todo, así que es horrible si sos un ciudadano, pero es buenísimo si sos un novelista, porque ahí es donde estamos cómodos, es donde prosperamos.

Algo que me llama la atención es que tus personajes suelen ser jóvenes, y libro a libro seguís creando personajes jóvenes, ¿eso te mantiene conectado con el Irvine que quizás era más despreocupado al actual?

Sí, el último libro [Dead Men's Trousers, Anagrama 2018] trata de personas de mi edad, o más cercanas, pero bueno, sí me gusta escribir de personas en sus 20, más jóvenes que 28, porque su concepto de mortalidad aún no se ha asentado y todavía tienen como una creencia de que pueden tener un impacto en el mundo en cierto modo, no necesitan hacer concesiones, no necesitan adaptarse al mundo, lo cual todos hacemos, obviamente, pero me gusta la certeza de las personas a esa edad, aunque no tenga sentido, me gusta ese tipo de "ANDATE A LA MIERDA", ese tipo de actitud, básicamente de personas que no saben nada, que no saben mucho, para mí eso es muy dramático, es muy interesante, ¿sabés? Cuando obtenés esa confianza como muy manifiesta y dogmática, llamala como quieras, pero la encuentro entretenida y divertida.

Esa distancia de la muerte puede ser que haga a la gente menos "políticamente correcta".

Tengo problemas con los términos como "políticamente correcto" así que en realidad no creo que me expliquen realmente cómo es el mundo o cómo se comporta la gente, pero sin entrar mucho en eso, creo que uno de los grandes problemas es que los jóvenes no pueden transgredir cuando todo está tan controlado para ellos, su vida social entera está controlada, los niños se convierten en adultos antes de su tiempo, básicamente son adultos jóvenes, antes los niños jugaban en la calle, ahora van y juegan en grupo, se toman el ómnibus y van a un partido de fútbol y van en ómnibus y vuelven, está todo organizado para ellos, son como adultos pequeños y la niñez está perdida, ¿sabés?, es una fase rara, es muy muy difícil transgredir.

Mucho de esto lo ves en los infantilismos que ves en internet, en adultos jóvenes pero adultos que abusan y se acosan en línea y mucho de esto de la extrema derecha, yo creo que es un producto de la infantilización, de no habérseles permitido, sabés, actúan como niños porque no se les permitió ser niños cuando eran menores, es realmente que les robaron la niñez, así que la infantilización viene ahora, porque viven en casa, entonces se infantilizan cada vez más, están agobiados por las deudas, no tienen dinero para salir, están trancados, siempre con las pantallas todo el tiempo, entonces buscan un golpe de dopamina insultando a alguien o como sea.

Vas a participar de una charla que viene centrada en los vicios y los excesos, por tu experiencia y por el tipo de literatura que has hecho, ¿creés que tocar el exceso permite enfrentarse con la realidad?

No, no creo, tengo problemas con este tipo de charlas, la verdad que no las disfruto, a ser honesto, pero debido a que soy un escritor de ficción, cualquier cosa que tenga que ver con los vicios y la degradación, o lo que sea, viene desarrollada por los personajes. No sé, estas cosas, los paneles literarios tienen estas cosas para atraer a la gente, básicamente, pero creo que son algo así como distracciones de las verdaderas problemáticas, no creo que puedas hablar de esto conceptualmente para ganancia de nadie, ni ganancia intelectual o moral. Aunque voy a intentar hacerlo.

Acá le decimos "vender humo"

Es como que, los vicios han existido desde los años oscuros y a nadie le importa, para ser honesto, qué diagnóstico realmente podés hacer, sobre tus propios filtros, para mí lo interesante es el drama que surge de estos, los filtros en sí mismos para mí no son tan interesantes.

Entonces, ante problemas tan concretos, ¿cuáles son las soluciones? ¿Encontraste alguna?

(Ríe). No, creo que los tiempos son tan volátiles que es difícil encontrar soluciones, pero es lo que queremos. Deberíamos estar buscando soluciones, algún tipo de participación con el mundo y las soluciones van a surgir de eso, hasta que tengamos el compromiso, la participación adecuada con la realidad de cambios tecnológicos, sociales y económicos, no vamos a llegar a ningún lado, tenemos que reconocer ese tipo de interacción más profunda con el mundo, pero aún no estamos haciendo esto en el presente.

 

Montevideo Portal | Lorena Zeballos
Traducción: Valentina Gómez Fletcher