El artista mexicano Cristiam Ramos ha sabido distinguirse por la originalidad de las técnicas e insumos de las que se vale.

En ocasiones, cambió los lienzos tradicionales por superficies un tanto más complicadas, como telarañas o alas de mariposa. También supo innovar en materia de tintes, empleando sustancias "innobles" como esmalte para uñas.

También incursionó en la escultura, y en 2011 ganó notoriedad por sus piezas realizadas con dulces.

Con semejante materia prima acometió un retrato de Lady Gaga que dio mucho que hablar, y obtuvo el récord mundial gracias a una escultura que representaba una motocicleta. La obra insumió 20.000 caramelos.

Ahora, el artista vuelve a sorprender con otra de sus atípicas elecciones técnicas, algo que en su caso ya es regla: pintar con dentífrico.

La pasta es aplicada sin la ayuda de pinceles. En esta clase pinturas, Ramos solo se permite usar cepillos dentales y sus propios dedos.