El curioso episodio tuvo lugar la semana pasada en la localidad alemana de Bensheim.
Según publica el medio local Focus, algunos vecinos del lugar notaron lo que ocurría, y en lugar de liquidar al roedor a golpes, como podría esperarse, decidieron pedir ayuda a una organización de protección a los animales. Sin embargo, estos no lograron liberar a la rata.
"La rata acumuló mucha grasa durante este inverno, y no podía salir ni hacia adelante ni hacia atrás", explicó Michael Sehr, activista por el bienestar animal, en declaraciones al citado medio.
Ante el fracaso de ese primer intento, se solicitó ayuda al cuerpo de bomberos de la localidad. Tal como se aprecia en las imágenes, al menos diez efectivos se presentaron a socorrer al animalito, lago que lograron luego de no poco esfuerzo.