Aleira Avendaño tiene 25 años y hace seis años que usa corsés de forma cotidiana. Su objetivo es lucir una cintura muy estrecha, de 50 centímetros o aún menos, y lo está logrando.

En declaraciones citadas por Mail Online, la joven caraqueña admite que al principio la prenda le molestaba un poco, pero en la actualidad ya no siente incomodidad alguna e incluso extraña la presión de lo que ella llama "segunda piel" durante el poco rato que se la quita.

Andrés Ruiz, médico que la atiende, explica que el corsé logra la reducción de cintura deseada por la chica "porque las costillas flotantes en la parte inferior de la caja torácica son fáciles de moldear, por eso resulta posible conseguir esa cintura sin cirugía".

Sin embargo, cuando se le pregunta si aprueba el estilo de vida de su paciente, el facultativo es categórico: "Debería dejar de hacerlo ya mismo. Gracias a Dios todavía no ha sufrido ningún daño, pero tiene que detenerse cuanto antes".