¿Soviéticos y nazis enfrentados en Fray Bentos? TV rusa llegó a Uruguay a rodar documental

El antiguo Frigorífico Anglo de Fray Bentos, conocido en sus tiempos de auge como "la cocina del mundo", tuvo un silencioso pero importante rol en las dos guerras mundiales del pasado siglo. Su enorme producción sirvió para alimentar a militares y civiles durante esos dramáticos momentos de la historia.

Ahora, un equipo de la televisión rusa se encuentra en la capital de Río Negro para rodar un documental acerca de unos episodios desconocidos, pero sin duda apasionantes: la acción de células soviéticas encubiertas para sabotear el accionar nazi en el Río de la Plata.

El equipo es liderado por el reconocido periodista ruso Serguéi Briliov, quien dialogó con la televisora local Canal 11 acerca del proyecto.

El comunicador mencionó como punto de partida la explosión de un carguero en las inmediaciones del frigorífico, hacia el año 1941. Dicho navío transportaba corned beef uruguayo a Europa, por lo que en principio se pensó en un ataque de submarinos alemanes para cortar el suministro de alimentos hacia el Reino Unido. La hipótesis no resulta descabellada, si se tiene en cuenta que ese mismo cometido tenía el acorazado de bolsillo Graf Spee cuando se dirigió a esta zona del mundo.

Sin embargo, Briliov subrayó que "en los archivos de la inteligencia rusa dice que ese barco fue atacado por una célula secreta soviética, procedente del lado argentino" del Río Uruguay.

"Parece estúpido, porque es sabido que ese corned beef enviado a los aliados llegaba también a la URSS, así que ¿por qué atacarlo?" Sin embargo, el reportero recordó que, hasta 1942, Uruguay exportaba ese producto tanto al Reino Unido como a España.

"España entre comillas", apuntó el investigador, dado que el país ibérico, aunque neutral en el conflicto, estaba alineado con las potencias del Eje. De hecho, fue el apoyo de la Alemania de Hitler y de la Italia de Mussolini lo que permitió triunfar al bando golpista en la Guerra Civil Española, entre 1936 y 1939.

En rigor, esas conservas compradas desde España acababan por llegar a manos de los nazis, explicó el periodista, basándose en documentación aduanera de los puertos de Barcelona, Gijón y Tenerife.

Así las cosas, el barco atacado por los saboteadores rusos llevaba una carga destinada a España, y en último término a Alemania.

A la luz de estos datos surge "una historia desconocida y fantástica de contar", aseguró el cronista, quien agradeció el apoyo del escritor uruguayo Raúl Vallarino en su trabajo.

En cuanto al origen de esta célula oculta soviética, Briliov apuntó que se trataría de algunas de las personas encargadas de planificar y llevar a cabo el asesinato de León Trotski en México, crimen cometido el 21 de agosto de 1940.

Tras el asesinato, estas personas "procuraron desaparecer", por lo que huyeron hacia Argentina y se mantuvieron inoperantes. Luego, cuando la URSS se vio arrastrada a la guerra, habrían recibido la orden de entrar nuevamente en acción para oponerse a las actividades nazis en la región.