Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

El peor momento

Sintió un dolor en la nuca y en un instante quedó paralizado del cuello para abajo

El brasileño Pedro Marques atraviesa una lenta recuperación de un mal que afecta a “uno en un millón”.

23.01.2025 10:01

Lectura: 5'

2025-01-23T10:01:00-03:00
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Pedro Marques tiene 24 años y vive en la ciudad de Maringá , en el norte del estado brasileño de Paraná.

En abril de 2024, un inesperado y súbito mal lo dejó cuadripléjico, situación que de forma lenta y trabajosa procura revertir.

Pedro, que trabaja como gerente de una papelería, estaba en su oficina cuando sintió un dolor en un hombro. Al principio lo atribuyó a una mala postura en su silla, pero como la molestia persistía acudió al hospital, donde se le brindó terapia analgésica y se le permitió marchar.

Dos días más tarde el dolor regresó, pero esta vez era más intenso y en la nuca. Regresó al hospital, y mientras lo atendían ocurrió lo inesperado.

“Cuando llamé a la enfermera, yo estaba de pie y ella me preguntó qué estaba pasando. Entonces me caí y ya no sentí nada. Ni el dolor ni el cuerpo, todo se detuvo. Estaba consciente y aterrorizado”, refirió el joven en declaraciones recogidas por el portal noticioso G1.

Gabriel Bortoli, neurólogo que trata el caso, explicó que Pedro presentó un sangrado entre la columna y la médula espinal, llamado hematoma epidural cervical espontáneo. El profesional remarcó que se trata de una enfermedad rara y que afecta a una persona por cada millón. Por ello, fueron necesarias varias pruebas para arribar al diagnóstico.

Seis días después de perder la movilidad, Pedro tuvo que ser sometido a una cirugía para extraerle 4,4 mililitros de sangre que estaban apretados entre su columna y la médula espinal.

"Es una cantidad muy pequeña de sangre, pero al ser una región muy sensible y compacta, termina empujando la médula contra la pared ósea de la columna vertebral", explicó Bortoli. Según el médico, aún no es posible saber qué provocó el estado de Pedro ni si tendrá secuelas.

“Hemos realizado toda la investigación y hasta el momento todo ha salido negativo. Esto es compatible con lo que tenemos en la literatura médica, pero a medida que mejore, se podrán repetir las pruebas. Lo que tenemos, en un principio, es que es sangrado idiopático, es decir, sin una causa específica, y en estos casos la posibilidad de recurrencia es prácticamente nula”, explicó el neurólogo.

Pedro pasó  85 días en una unidad de cuidados intensivos hasta que le dieron el alta. Durante este período pidió que lo pusieran en coma, ya que tenía grandes dificultades para respirar. Estuvo inconsciente durante nueve días.

Actualmente, el tratamiento continúa en su casa, donde vive con sus padres y su hermana.

Su madre, Letícia Marques Herrera, explicó que fue necesario adaptar la residencia para su tratamiento. Allí se instaló equipo hospitalario para ayudar al joven durante los ejercicios de recuperación.

Con la ayuda de la fisioterapia, Pedro ha ido recuperando poco a poco la sensibilidad en su cuerpo. Ahora puede mover algunos dedos por sí solo. Las sesiones también fueron fundamentales para que volviera a respirar sin la ayuda de un respirador, aparato que utilizó durante seis meses.

“Trabajamos intensamente con él, sentado en la cama, en la silla, hasta caminando en la calle. Es un trabajo mental, psicológico y físico, y siempre reforzamos su sistema respiratorio, lo cual fue un éxito desde el principio y logramos, "lo sacaron de la traqueotomía", explicó el fisioterapeuta intensivista, Gabriel Prevital.

Pedro también comenzó recientemente una terapia intensiva llamada neuromodulación. El objetivo es aumentar la llamada "plasticidad neuronal", que es la capacidad del sistema nervioso para adaptarse a los cambios en el entorno y en el propio cerebro.

Según Bortoli, la técnica crea señales de movimiento, tanto en el sistema nervioso central como en el periférico.

En el caso de Pedro se están utilizando dos técnicas: estimulación magnética transcraneal y neuromodulación transcraneal. Consiste en aplicar pulsos magnéticos a través de bobinas en el cuero cabelludo.

El médico explicó que inducen un campo eléctrico capaz de despolarizar las neuronas, estimulando los movimientos.

Lo que también motiva a Pedro a querer mejorar pronto es la historia de amor con su novia, Ana Clara Dinardi. Antes de que ocurriera la parálisis, iba a pedirle a Ana que se casara con él.

Mientras estaba hospitalizado, el joven le dijo a su novia que necesitaba sacar algo importante del armario. En ese momento, a ella no le importó la propuesta, pero luego descubrió que "lo importante" era el anillo de compromiso.

“Hablé con él en coma, pero no sabía si me escuchaba. Entonces le dije que no había visto el anillo, porque quería que me lo diera. De repente, muchas lágrimas, “los dos lloramos”, dijo Ana Clara, risueña.

Ahora, Pedro intenta aceptar lo sucedido y advertir a los demás sobre lo que aprendió de su condición. También utiliza las redes sociales para compartir los avances de las terapias, y para recaudar fondos para sus prolongados y complejos tratamientos.

“Todavía no puedo aceptar todo lo que pasó, lloro mucho, me enojo, pero tengo mucho apoyo de mi familia, que me ayuda a tranquilizarme y a entender lo que está pasando. Los videos también me han ayudado mucho”, gracias al apoyo de la gente, hoy estoy muy bien y más tranquilo”, concluyó.