Un estudio europeo en el que participó el Hospital de Bellvitge reveló que, en casos de dolor lumbar crónico inespecífico, factores psicológicos como el catastrofismo (preocupación excesiva) y la kinesifobia (miedo al movimiento) pueden explicar hasta el 35% de la discapacidad asociada, especialmente en mujeres tras la menopausia.
La investigación analizó 276 personas, de las cuales el 72 % eran mujeres, con un promedio de seis años de dolor crónico y una intensidad media de 6,7 sobre 10. Los pacientes fueron atendidos en hospitales públicos de Navarra, València, Lleida y L'Hospitalet de Llobregat.
El peso de la mente
El estudio confirma que la intensidad del dolor y la discapacidad no siempre van de la mano, ya que el componente psicológico tiene un peso decisivo. “Con el mismo dolor, hay personas que continúan con su vida y otras que quedan muy limitadas”, explicó el doctor Iago Garreta, cirujano de columna en Bellvitge y coautor del estudio.
Esto refuerza el modelo biopsicosocial del dolor, que integra factores físicos, emocionales y sociales en su abordaje. El equipo subraya la importancia de educación sanitaria, ejercicio físico progresivo y estrategias psicológicas como pilares del tratamiento, en lugar de centrarse exclusivamente en procedimientos médicos o quirúrgicos.
Mujeres y dolor: una combinación crítica
Según el hospital, el impacto de estos factores es “especialmente relevante” en mujeres posmenopáusicas, donde confluyen factores hormonales, sociales y la pérdida de masa muscular asociada a la edad.
En ese sentido, el ensayo clínico piloto ‘En forma’, liderado por Bellvitge, ha demostrado que este enfoque integral es viable dentro del sistema público de salud, y que puede mejorar la salud emocional y reducir la necesidad de cirugías en casos de dolor lumbar crónico.
Con información de Europa Press