Que los hijos suelen sacar "canas verdes" a las madres no es ninguna novedad. Millones de mujeres podrían afirmarlo, pero un nuevo estudio científico vino a corroborarlo.

La Universidad George Mason acaba de publicar una investigación del Departamento de Salud Pública de EEUU, que demuestra el impacto de los hijos en el envejecimiento de las madres.

Para el estudio se tomaron muestras de sangre de mujeres de entre 20 y 44 años, con y sin hijos. Los científicos centraron su trabajo en el estudio de los telómeros, un segmento del ADN que se va acortando en todas las personas a medida que pasa el tiempo. Los resultados mostraron que las madres tenían los telómeros notoriamente más cortos que el resto.

La longitud de los telómeros se ha asociado a la longevidad. A medida que se acortan, es posible verificar la aparición de enfermedades asociadas a la senectud, así como dolencias crónicas o potencialmente mortales.

El estudio Parity associated with telomere length among US reproductive age women (Índice de fertilidad asociado a la longitud de los telómeros en mujeres estadounidenses en EEUU) publicado anteriormente por la Oxford University Press, demuestra también que este envejecimiento celular causado por los hijos es mayor que el provocado por factores como el tabaquismo o la obesidad.

De hecho, las madres arrojaron una medida de telómeros promedio de 4,4% menor que las mujeres sin hijos, lo que correspondería a unos 11 años.