Contenido creado por María Noel Dominguez
Salud

Derechito

Investigadores europeos desarrollan IA para tratar la degeneración de la columna vertebral

El proyecto europeo Disc4All, liderado por la UPF, permite diagnósticos y tratamientos personalizados.

15.07.2025 10:26

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2025-07-15T10:26:00-03:00
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Un consorcio científico europeo, encabezado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona,  desarrolló nuevas técnicas basadas en inteligencia artificial (IA) para diagnosticar y tratar la degeneración de la columna vertebral, una de las principales causas del dolor lumbar crónico, que afecta a millones de personas en el mundo.

El proyecto, denominado Disc4All, integra modelos matemáticos, simulaciones biomecánicas y aprendizaje automático para detectar con precisión los factores de riesgo que provocan la degeneración de los discos intervertebrales. Esta tecnología abre la puerta a tratamientos personalizados, ajustados no solo a la anatomía del paciente, sino también a sus condiciones biológicas, psicológicas y demográficas.

“Es como la astronomía: no vemos directamente el fenómeno, pero lo modelamos con precisión para entenderlo y anticiparlo”, explicó Jérôme Noailly, líder del proyecto y responsable del área de Biomecánica de la UPF.

Un abordaje clínico más completo

Gracias a la IA, el equipo multidisciplinario logró integrar datos de resonancias magnéticas, biomarcadores y estudios de laboratorio para crear modelos predictivos del comportamiento de los discos intervertebrales. Esto permite a los médicos contar con información clave que no se puede observar directamente en la práctica clínica tradicional, como cambios bioquímicos en tejidos profundos.

Uno de los aportes más relevantes fue la identificación de posibles biomarcadores relacionados con el dolor lumbar, que podrían ser incorporados a los protocolos de diagnóstico en el futuro.

Colaboración internacional y enfoque interdisciplinario

El desarrollo fue posible gracias a la financiación de la Comisión Europea a través de la red Marie Sklodowska-Curie (MSCA-ITN) y la colaboración de 20 instituciones de ocho países, entre ellas el Barcelona Supercomputing Center, el King’s College London, la Universidad de Sheffield, el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, y empresas especializadas como Galgo Medical o InSilicoTrials. En total, el proyecto coordinó 15 tesis doctorales en campos tan diversos como la informática, la bioingeniería, la biomecánica y la medicina clínica.

Hacia la integración clínica

El siguiente paso, según Noailly, es trasladar estos modelos computacionales al ámbito clínico. Esto permitirá optimizar el uso de tecnologías como la resonancia magnética, mejorar la prevención y diseñar intervenciones terapéuticas menos invasivas, especialmente relevantes para una población envejecida. “Estamos sentando las bases para una medicina de precisión aplicada al dolor lumbar”, concluyó el investigador.