Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

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Grasa en la cintura en la mediana edad podría significar mayor fragilidad en la vejez

Así lo sugiere un estudio noruego que monitoreó a más de 4.500 personas por dos décadas.

26.01.2023 14:56

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2023-01-26T14:56:00-03:00
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Cualquier aumento de exceso de peso en la mediana edad alrededor del vientre podría aumentar el riesgo de fragilidad décadas más tarde, sugiere un estudio reciente.

Las personas obesas que han acumulado peso alrededor de la cintura son más propensas a desarrollar síntomas de fragilidad, que incluyen agotamiento, una fuerza de agarre débil, una velocidad lenta al caminar y unos niveles reducidos de actividad física, señalan los investigadores.

Estos síntomas pueden aumentar las probabilidades de que una persona se haga daño en una caída, que sufra una discapacidad, que requiera hospitalización, que tenga una calidad de vida más baja, y de que muera de forma prematura.

La fragilidad afecta a hasta un 17% de los adultos mayores, según la Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians).

El nuevo estudio, que se publicó en la edición del 23 de enero de la revista BMJ Open, monitorizó a más de 4.500 personas en Noruega durante un promedio de 21 años, comenzando a una edad promedio de 51 años. Las medidas del índice de masa corporal (IMC), un estimado de la grasa corporal que se basa en la estatura y el peso, y la circunferencia de la cintura se tomaron al principio.

Las cinturas se categorizaron como “normales” si medían 37 pulgadas (94 centímetros) o menos para los hombres, y 31 pulgadas (79 cm) o menos para las mujeres; como “moderadamente altas” si medían de 37 a 40 pulgadas (94 a 102 cm) para los hombres y 32 a 35 pulgadas (81 a 89 cm) para las mujeres; y “altas” si superaban las 40 pulgadas (102 cm) para los hombres y las 35 (89 cm) pulgadas para las mujeres.

Las personas que eran obesas al principio tenían casi 2.5 veces más probabilidades de ser frágiles o casi frágiles al final del estudio, comentó la investigadora principal, Shreeshti Uchai, del Departamento de Nutrición de la Universidad de Oslo.

Asimismo, las personas con una cintura con una circunferencia alta tenían el doble de probabilidades de ser casi frágiles o frágiles en comparación con las que tenían una cintura normal, mientras que las que tenían una cintura moderadamente grande tenían un 57% más de probabilidades.

Pero el riesgo de fragilidad no aumentó en las personas que comenzaron con un IMC normal pero una cintura moderadamente grande, o las que tenían sobrepeso pero tenían una cintura normal.

Las probabilidades más altas de fragilidad también se observaron entre las personas que aumentaron de peso o que ensancharon su cintura, en comparación con las que se mantuvieron más o menos en el mismo peso y con la misma cintura a lo largo de todo el estudio.

Los hallazgos amplían las crecientes evidencias de que la obesidad agrava los deterioros relacionados con la edad en la fuerza muscular, la capacidad aeróbica y la función física, comentaron los investigadores.

Especulan que la grasa adicional podría fomentar un aumento en la inflamación en las personas que envejecen, lo que es probable que aumente los declives naturales relacionados con la edad en la masa y la fuerza musculares. A medida que las personas se debilitan, su riesgo de fragilidad aumenta.

Con frecuencia, se considera la fragilidad cuando una persona se consume, pero este estudio muestra que algunos adultos que envejecen pueden considerarse como “gordos y frágiles”, enfatizaron los investigadores en un comunicado de prensa de la revista, recogido por HealthDay News.

El estudio “resalta la importancia de evaluar rutinariamente y mantener un IMC y una [circunferencia de la cintura] óptimos durante toda la adultez, para reducir el riesgo de fragilidad en la vejez”, concluyeron los investigadores.