En el sitio web de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se publicaron varios videos en los que expertos de este organismo y del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) y de la Universidad de la República (UDELAR) responden a las preguntas más frecuentes vinculadas a mitos sobre la vacunación y la COVID-19


Entre los participantes aparece el coordinador del GACH, Rafael Radi, que habló del mito sobre que "la vacuna de Pfizer es más fuerte y por eso se la está dando al personal de la salud". Radi sostuvo que "la vacuna de Pfizer es una vacuna muy eficaz y efectiva, tiene una indicación muy importante para el personal de la salud, que es el que está en primera línea".

"Todas las vacunas que se indican para su administración en Uruguay tienen eficacia. Cuáles grupos acceden a una u otra vacuna depende de la indicación y de la disponibilidad", agregó el bioquímico.

Por su parte, la epidemióloga Lucía Alonso, consultora de la OPS, e integrante del GACH, habla sobre la protección de las vacunas contra la cepa P1. "La vacuna puede ser afectada por algunas variantes y ha medida que surjan otras variantes puede modificar el rendimiento o la efectividad de la vacuna", dijo Alonso.

"El caso de la P1, que es la que preocupa actualmente al país y la región, hay evidencia de que no modifica significativamente su efectividad. Por lo tanto, debemos vacunarnos a raíz de que existen variantes circulantes, nuevas y que seguirán apareciendo. Esa es la razón por la cual debemos más que nunca vacunarnos", añadió.

Juan Arbiza, virólogo e investigador Grado 5 de Primer nivel del Programa de Posgrado en Ciencias Básicas (PEDECIBA), que integra el GACH, se refiere al mito de "no darnos las vacunas Pfizer y AstraZeneca porque no se han hecho estudios suficientes en humanos".

"Eso es un gran mito. Las vacunas que realmente están aprobadas justifican y dan garantías de que se han hecho las pruebas científicas para disponer de una vacuna segura y eficaz", explicó Arbiza.

"Hay algo para derribar ese mito que es muy importante, que hay cientos de vacunas que ya empezaron junto con esas y no se aprobaron. Eso quiere decir que por algo no se aprobaron, no pasaron ciertos requisitos de seguridad y eficacia, a diferencia de estas que sí lo hicieron", agregó.

María Moreno, inmunóloga que es integrante de la Comisión Nacional Asesora de Vacunación, derriba el mito de que "las vacunas ‘nuevas' como la de Pfizer pueden causar mutaciones y alterar nuestro ADN".

Moreno explica que "eso es una confusión que surge del hecho de que la vacuna de Pfizer está elaborada con ARN mensajero, que es material genético". "Este es diferente a nuestro genoma, que está compuesto por ADN, y el ARN y el ADN no pueden combinarse", agregó.

La inmunóloga señala que "en nuestras células el ADN pasa a ARN mensajero y esto a proteínas. El camino inverso es imposible porque la célula no tiene la maquinaria adecuada para que eso ocurra, entonces el ARN mensajero nunca puede integrarse en el ADN".