Un estudio de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), en Madrid, revela que las diferencias biológicas entre hombres y mujeres podrían explicar por qué algunas personas superan experiencias traumáticas mientras que otras desarrollan un trastorno por estrés postraumático (TEPT).
El equipo liderado por el neurocientífico Fernando Berrendero analizó en un modelo experimental con ratones la respuesta al miedo condicionado. Los resultados mostraron que una mayor proporción de hembras seguía reaccionando como si la amenaza persistiera, mientras que los machos tendieron más a extinguir esa reacción.
Los investigadores detectaron alteraciones en tres sistemas biológicos:
- Hormonal: los animales más vulnerables presentaron una sobreactivación del eje del estrés, con altos niveles de corticosterona y CRH, además de una menor capacidad para frenar la respuesta al peligro.
- Microbiota: los ratones resilientes tenían una flora intestinal más diversa y antiinflamatoria, mientras que los susceptibles mostraban un ecosistema más pobre y con perfil proinflamatorio.
- Genética: se identificaron 31 genes con actividad alterada en la amígdala, 14 de ellos vinculados a trastornos de ansiedad y TEPT.
El hallazgo refuerza la necesidad de considerar el sexo como variable en estudios de neurociencia, tradicionalmente centrados en modelos masculinos. Aunque se trata de investigación preclínica, los autores destacan su potencial para desarrollar biomarcadores de vulnerabilidad y tratamientos personalizados en humanos.
Berrendero subraya que el miedo “es universal, pero la manera en que se procesa depende de factores biológicos que apenas comenzamos a comprender”.
Con información de Europa Press