Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

Buena impresión

Casi un milagro: perdió medio rostro en un accidente, pero la impresión 3D lo restauró

Fue atropellado por un conductor ebrio y quedó desfigurado, Creyó que nunca recuperaría su aspecto, pero sí lo hizo.

30.10.2025 15:09

Lectura: 4'

2025-10-30T15:09:00-03:00
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En julio de 2021, el británico Dave Richards paseaba en bicicleta con dos amigos por la carretera A303, no lejos de su casa en el condado de Devon.

Durante su recorrido, fue embestido por un auto tripulado por un ebrio, que iba a alta velocidad y hablando por teléfono. Las consecuencias fueron terribles: Richards fue arrastrado por el asfalto y la fricción le causó quemaduras de tercer grado en un lado de la cara, además de una serie de lesiones en la espalda y la pelvis, y varias costillas rotas.

Trasladado de urgencia al Hospital Real de Bristol, el ciclista fue informado por los médicos de que había tenido suerte de sobrevivir, dada la gravedad de sus lesiones.

Mientras era arrastrado a gran velocidad por el asfalto, partes del tejido de su rostro, nariz y cuello se desprendieron, lo que obligó a los cirujanos a extraerle un ojo y colocar un colgajo de piel sobre la mitad de su rostro que había resultado dañada.

“Los cirujanos intentaron salvarme el ojo, pero les preocupaba que cualquier infección pudiera propagarse desde el ojo a través del nervio óptico hasta el cerebro, por lo que fue necesario extirparlo”, cuenta Richards, en declaraciones al periódico inglés Daily Mail.

“Entonces se decidió optar por un colgajo libre, tomando tejido con arterias y venas y conectándolo a mi cuello, de manera que el colgajo cubriera completamente el lateral de mi cara”, detalla.

Durante su recuperación, en la cual necesitó dos operaciones complementarias de la primera, fue derivado al Centro Médico Bristol 3D, un establecimiento de vanguardia que trabaja con prótesis impresas en tres dimensiones

Como parte de su tratamiento, el paciente recibió una prótesis 3D que se ajusta al espacio de su rostro e imita el color de su cabello, ojos y piel.

“Yo era paciente ambulatorio incluso antes de que empezáramos a hablar de hacer algo relacionado con esto, pero estaba interesado”, explica Richards, que hoy tiene 75 años y es abuelo de cuatro nietos.

Richards reconoce que trabajar con el centro médico fue una experiencia “surrealista”, que lo ha ayudado con su confianza y su rehabilitación.

No es el proceso más agradable: se basaban en varios moldes e impresiones de cera obtenidas mediante procesos manuales, tomaban muchas fotos para documentar cómo se veía, y el proceso de hacer los moldes y vaciados de la cara implicaba cubrirse la nariz y la boca”, cuenta el septuagenario.

“En los primeros días de mi recuperación, me sentía muy vulnerable y no me exponía a situaciones sociales. Me costó mucho tiempo sentirme cómodo con mi imagen, con cómo creía que la gente me veía y qué pensaban de mí, pero he avanzado mucho en ese sentido”, expresa.

El señor Richards continúa visitando el Centro Médico 3D de Bristol, y también ha recibido elementos complementarios a la prótesis facial —también generados en 3D—, que contribuyen a que resulte más cómoda y natural.

El camino de recuperación de Richards continúa, e incluso es posible que en algún momento requiera nueva cirugía. Aún así, y considerando cómo había quedado tras el accidente, está muy satisfecho con lo conseguido hasta ahora.

En cuanto al hombre que provocó el accidente, fue condenado a tres años de prisión y se le prohibió conducir durante siete años. Sin embargo, salió en libertad condicional al cumplir la mitad de la pena, debido a su buena conducta en la cárcel.

“Como podrán imaginar, no estoy nada contento con la reducción de la condena, ya que estuve a punto de perder la vida y tengo que vivir a diario con el dolor de mis lesiones”, comenta Richards.

El recuerdo del incidente que le cambió la vida sigue muy presente en su mente, y puede evocar con terrible detallismo el momento en que fue arrastrado bajo el coche.

“Mis dos amigos fueron golpeados y salieron despedidos, pero yo quedé atrapado debajo del auto y fui arrastrado, con el motor y el escape quemándome un lado del cuerpo y el otro aplastado por el coche”, rememora.