Contenido creado por María Noel Dominguez
Salud

De riesgo

Cáncer de próstata y disfunción eréctil: el silencio que pone en riesgo a los hombres

En Uruguay, la mayoría de los hombres evita controles médicos hasta que es tarde

10.11.2025 14:09

Lectura: 4'

2025-11-10T14:09:00-03:00
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En Uruguay se diagnostican más de 1.400 casos nuevos de cáncer de próstata por año y alrededor de 570 hombres mueren a causa de esta enfermedad. A pesar de los avances científicos, los especialistas coinciden: los uruguayos llegan tarde a la consulta médica. La disfunción eréctil —un síntoma muchas veces silenciado— puede ser la primera señal de alarma, pero sigue siendo postergada por prejuicio, desconocimiento o miedo.

“Noviembre llega teñido de azul, pero la realidad no cambia por decreto ni por color”, afirma el doctor Carlos Montoya, gerente asistencial de UCM. “Las campañas ayudan a visibilizar, pero la verdadera conciencia aparece cuando el hombre entiende que prevenir también es cuidarse”.

El cáncer de próstata es el tumor más frecuente entre los varones uruguayos. Es también la tercera causa de muerte oncológica en el país, después del cáncer de pulmón y el colorrectal, según datos del Ministerio de Salud Pública. Sin embargo, la consulta urológica sigue siendo evitada o postergada.

“Un chequeo anual puede cambiar un pronóstico. Pero seguimos creyendo que ir al urólogo es opcional, y no lo es”, enfatiza Montoya.

El síntoma que incomoda, pero puede salvar

La disfunción eréctil es la causa de ocho de cada diez consultas en los servicios de andrología. Afecta a más del 60 % de los hombres adultos, pero pocos buscan ayuda médica. Muchos llegan después de haber probado tratamientos por su cuenta o tras una conversación con su pareja.

“La disfunción eréctil no es solo un tema sexual: puede ser la primera señal de un problema cardiovascular, diabetes o hipertensión. A veces, el cuerpo avisa antes que el corazón”, explica Montoya.

Los especialistas insisten en tratarla como una ventana de prevención cardiovascular, una oportunidad para detectar enfermedades sistémicas a tiempo.

Silencio que cuesta vidas

Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2024, seis de cada diez hombres uruguayos no tuvo ninguna consulta médica en el último año, y nueve de cada diez jamás habló sobre salud sexual con un profesional. No se trata de falta de acceso, sino de resistencia cultural.

“Hay un mandato de aguantar, de no mostrarse vulnerable. Pero cuando un hombre posterga un control, lo que está en juego no es su imagen: es su vida”, advierte el médico.

Algunos centros de salud en Uruguay comenzaron a integrar la consulta urológica como parte del chequeo general de rutina, una estrategia para normalizar el control preventivo y romper barreras de pudor.

La ciencia avanza, la costumbre no

Mientras la cultura cambia lentamente, la medicina avanza a pasos acelerados. Desde 2024, investigaciones en Oxford y en la Johns Hopkins School of Medicine desarrollan métodos menos invasivos como biopsias líquidas, capaces de detectar fragmentos de ADN tumoral antes de que el cáncer de próstata sea visible por imagen.

Además, se prueban marcadores moleculares para distinguir tumores agresivos de aquellos que pueden manejarse sin cirugía, lo que evitaría miles de intervenciones innecesarias cada año.

En el caso de la disfunción eréctil, surgen tratamientos regenerativos como la terapia con ondas de choque de baja intensidad y el uso experimental de células madre para recuperar la función vascular. En Europa y Estados Unidos, estos enfoques muestran resultados prometedores y duraderos.

“Podemos tener la mejor ciencia del mundo, pero si los hombres no consultan, los avances no llegan. El problema sigue siendo el silencio”, resume Montoya.

Más allá de noviembre

La campaña Noviembre Azul es un buen punto de partida, pero la prevención real exige continuidad. En países como Australia, Dinamarca o España, los programas de salud masculina han encontrado nuevas formas de acercarse a los hombres: usando el deporte, los espacios de trabajo o la vida familiar como puntos de entrada para hablar de salud.

En Uruguay, algunos médicos proponen replicar esa lógica: menos solemnidad, más cercanía. Incorporar la salud masculina a la conversación cotidiana puede marcar la diferencia.

“Cuidarse no es un gesto extraordinario: es parte de vivir bien. Y hacerlo a tiempo siempre vale más que hacerlo tarde”, concluye Montoya.