Por The New York Times | Maggie Astor, Dani Blum, Teddy Rosenbluth, Apoorva Mandavilli, Reed Abelson y Emily Baumgaertner Nunn

Puede ser difícil navegar entre tanta información cambiante y contradictoria sobre las vacunas.

El tema de las vacunas en Estados Unidos se ha vuelto confuso y caótico. Con la evolución de las políticas y recomendaciones, puede ser difícil mantenerse al día.

Los miembros del comité de directrices sobre vacunas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) se reunieron la semana pasada y votaron a favor de limitar el acceso a las vacunas contra la covid actualizadas y a las vacunas combinadas contra el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela, para seguir una agenda impulsada por el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr. Las consecuencias totales de los cambios aún no están claras, pero si los adopta el director en funciones de los CDC, tienen el potencial de afectar tanto las decisiones de los pacientes como la cobertura de los seguros.

El presidente Donald Trump y Kennedy también han insinuado repetidamente que las vacunas pueden estar relacionadas con el aumento de los diagnósticos de autismo, una afirmación que ha sido desacreditada por décadas de estudios científicos.

Sabemos que tienes preguntas sobre las vacunas. Después de preguntarles a los lectores qué querían saber, recibimos cientos de consultas sobre eficacia, seguridad, costo y acceso.

He aquí algunas de las más comunes que recibimos, respondidas por periodistas de salud y ciencia de The New York Times.

¿Están disponibles las vacunas contra la covid actualizadas? ¿Quién puede conseguirlas?

La respuesta corta: en gran medida, sí. En teoría, cualquier persona a partir de 6 meses debería poder recibir las vacunas actualizadas, dirigidas a variantes más recientes del virus, después de consultar a un proveedor médico, un término amplio que puede incluir a médicos, enfermeras y otros profesionales. En la práctica, sin embargo, algunas personas pueden tener dificultades.

La respuesta más larga: las versiones anteriores de las vacunas contra la covid se aprobaron sin restricciones para todos los estadounidenses a partir de 6 meses de edad. Este año, sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) aprobó las vacunas solo para las personas mayores de 65 años o con una enfermedad subyacente de alto riesgo.

Pero semanas después, el panel de vacunas de los CDC se pronunció al respecto, un paso independiente de la aprobación de la FDA. El panel, denominado Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización, recomendó que cualquier persona a partir de 6 meses pudiera vacunarse mediante una “toma de decisiones clínicas compartidas” con un profesional médico. Es probable, aunque no está garantizado, que un farmacéutico pueda desempeñar ese papel.

CVS y Walgreens, las dos mayores cadenas de farmacias del país, dijeron que proporcionarían las vacunas contra la covid sin receta si el director de los CDC adoptaba de manera formal las nuevas recomendaciones, lo que no había ocurrido hasta el miércoles por la mañana.

Para los niños y las mujeres embarazadas, el acceso es más complicado. Muchas farmacias y consultas de pediatría no disponen de dosis pediátricas de las nuevas inyecciones. Y aunque los CDC reconocen el embarazo como un estado de alto riesgo, han dejado de recomendar la vacunación durante este.

Las vacunas contra la covid “no están prohibidas en Estados Unidos”, dijo Jason Schwartz, profesor asociado de política sanitaria en la Escuela de Salud Pública de Yale. “Eso no sugiere, en un sentido significativo, que las personas puedan acceder fácilmente a una vacuna”.

¿Hay vacunas antigripales actualizadas?

Las vacunas antigripales están ampliamente disponibles, y los CDC las recomiendan para todos los mayores de 6 meses. No ha habido cambios en la elegibilidad.

Las vacunas se dirigen a tres cepas de gripe que la FDA determinó que tenían más probabilidades de circular esta temporada. La precisión de esa evaluación varía de un año a otro, pero incluso en los años en que la vacuna es menos eficaz, puede reducir la gravedad de los síntomas si enfermas.

Los expertos dicen que el momento ideal para vacunarse contra la gripe es entre finales de septiembre y octubre.

¿Qué cambió en el acceso a la vacuna triple vírica?

Los padres tienen dos opciones para proteger a sus hijos contra el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela.

Opción 1: los niños reciben dos vacunas: una para la varicela y otra que cubre el sarampión, las paperas y la rubéola, llamada triple vírica.

Opción 2: los niños reciben una vacuna combinada triple vírica que cubre la varicela, el sarampión, las paperas y la rubéola, llamada MMRV por la sigla de las enfermedades que cubre en inglés. La vacuna combinada aumenta ligeramente el riesgo de convulsiones inducidas por la fiebre en los niños pequeños, que pueden alarmar a los padres pero no causan daños duraderos. Los padres pueden elegir esta opción para reducir el número de inyecciones o visitas a la clínica.

La semana pasada, el panel de los CDC anuló la recomendación de la vacuna combinada para los niños menores de 4 años. El panel también votó que el programa Vacunas para los Niños, que proporciona vacunas gratuitas a aproximadamente la mitad de los niños estadounidenses, dejaría de cubrir la vacuna combinada en niños menores de 4 años.

Sin embargo, es poco probable que este cambio afecte a la mayoría de los niños. Los CDC ya habían recomendado que los niños recibieran la primera de las dos dosis de la vacuna triple vírica, a menos que los padres prefirieran la vacuna combinada. (La decisión del panel del jueves no afectó la disponibilidad ni a la cobertura de la vacuna triple vírica). La vacuna combinada representó solo el 15 por ciento de las primeras dosis administradas en 2023, según los datos presentados en la reunión por científicos de los CDC.

Los niños suelen recibir una segunda dosis de la vacuna triple vírica o de la vacuna combinada entre los 4 y los 6 años de edad. Como la recomendación de los CDC es solo para los menores de 4 años, esta dosis no se ve afectada por la decisión del panel.

¿Por qué se vacuna a los recién nacidos contra la hepatitis B?

La hepatitis B puede provocar lesiones en el hígado que podrían ser duraderas. El panel asesor de vacunas de los CDC recomienda la vacuna de la hepatitis B para todos los recién nacidos desde 1991, ya que la hepatitis B puede transmitirse durante el parto si la madre tiene el virus. Las tasas de la enfermedad han descendido considerablemente desde entonces.

El virus es más transmisible que el VIH, y muchas personas no saben que lo tienen. Aunque la hepatitis B puede propagarse a través de las relaciones sexuales o de agujas compartidas, las personas también pueden contraer el virus a través de objetos domésticos, como restos de sangre u otros fluidos corporales que acaben en toallas o cuchillas de afeitar.

El presidente Trump ha planteado dudas sobre si los recién nacidos deben recibir la vacuna contra la hepatitis B, al decir que cree que los niños deben esperar hasta los 12 años.

Aunque la mayoría de las mujeres embarazadas se someten a pruebas de detección de la hepatitis B, existen lagunas en las pruebas. Los bebés que se infectan en el primer año de vida tienen un 90 por ciento de probabilidades de desarrollar una infección crónica.

¿Mi seguro seguirá pagando las vacunas?

Probablemente sí.

Según la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, casi todas las aseguradoras deben cubrir totalmente las vacunas recomendadas por el panel de los CDC. Las aseguradoras no están obligadas a cubrir las vacunas no recomendadas, pero pueden optar por hacerlo, y muchas han indicado que no piensan hacer caso de los recientes cambios del panel.

AHIP, organización comercial nacional de muchas aseguradoras médicas, dijo este mes que, al menos hasta finales de 2026, sus miembros cubrirían todas las vacunas recomendadas por los CDC a partir del 1 de septiembre. Si esa decisión se mantiene firme, tanto la vacuna triple vírica combinada como la vacuna contra la covid seguirán cubiertas por una larga lista de aseguradoras privadas y planes Medicare Advantage.

United Healthcare, que no es miembro de AHIP, dijo al Times que, del mismo modo, seguiría cubriendo todas las vacunas recomendadas a principios de este año.

Y Medicaid, Medicare y el programa Vacunas para Niños seguirán cubriendo las vacunas contra la covid, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Sin embargo, los detalles de los planes individuales pueden variar incluso dentro de una misma compañía de seguros. Así que lo mejor es que consultes con tu aseguradora para confirmar tu cobertura.

Si tengo que pagar de mi bolsillo, ¿cuánto cuestan las vacunas?

La mayoría de las aseguradoras deben cubrir totalmente cualquier vacuna que recomiende el panel de los CDC. Pero si no tienes seguro —o si tu seguro deja de cubrir una vacuna en respuesta a las recomendaciones del panel— los costos para tu bolsillo varían mucho en función de la vacuna que te pongas y de dónde te la pongas.

Los CDC mantienen una lista de precios del sector privado para diversas vacunas. Pero esta lista solo refleja cuánto paga el proveedor que te administra la vacuna; es probable que el costo al público sea mayor. Por ejemplo, el costo en el sector privado de las vacunas contra la covid para adultos de Moderna y Pfizer es de unos 140 dólares, pero en una farmacia puedes pagar fácilmente más de 200 dólaressi pagas de tu bolsillo.

Los padres aún pueden vacunar a sus hijos con la vacuna combinada triple vírica, que las aseguradoras ya no están obligadas a cubrir para los menores de 4 años, pero es posible que tengan que pagarla. El costo en el sector privado es de unos 290 dólares.

¿Podré vacunarme en una farmacia, consultorio médico o centro de salud?

Las vacunas antigripales y la mayoría de las vacunas infantiles rutinarias —la triple vírica, la Tdap y la antipoliomielítica, por ejemplo— aún están ampliamente disponibles.

Las vacunas contra la covid han sido menos accesibles para muchas personas, aunque eso puede cambiar si el director en funciones de los CDC aprueba las recomendaciones del panel de vacunas.

Las vacunas pediátricas de rutina suelen aplicarse en las consultas de los pediatras, no en las farmacias, y es poco probable que eso cambie.

¿Cómo se comprueba la seguridad de las vacunas y sus ingredientes?

Aunque todas las vacunas pueden tener al menos algunos efectos secundarios leves, las nuevas inyecciones se evalúan rigurosamente para garantizar que sus beneficios superen a sus riesgos.

Las pruebas de las vacunas suelen comenzar en animales de laboratorio, como ratones o primates. Si la vacuna parece segura y prometedora, pasa a su primer ensayo clínico. Este ensayo de seguridad suele incluir a menos de 100 personas. Después, los investigadores controlan los efectos secundarios en un ensayo más amplio, que incluye más participantes de diferentes edades y procedencias. Por último, la vacuna se prueba en miles —a veces hasta decenas de miles— de participantes, lo que permite a los investigadores detectar efectos secundarios poco frecuentes.

En estos ensayos, a algunos participantes se les administran las vacunas y a otros se les da un placebo, como una mezcla salina, para que los científicos puedan averiguar si los efectos se deben al fármaco en sí o a algún otro factor, como la expectativa de tratamiento.

En los casos en que existe una “intervención probada” con un historial establecido de seguridad —una vacuna ya en uso, por ejemplo—, no sería ético que los científicos probaran el nuevo producto frente a un placebo, lo que privaría a algunos participantes de una intervención que les salvaría la vida, afirman los expertos.

En su lugar, los investigadores comparan el nuevo producto con la vacuna anterior para determinar si la nueva inyección es al menos igual de eficaz. Muchas de las vacunas que se utilizan actualmente han sido sometidas a pruebas rigurosas de seguridad y eficiencia.

Las pruebas de las vacunas pueden durar hasta una década, tras lo cual la FDA revisa los datos y decide si aprueba la inyección.

Los CDC y la FDA siguen recopilando datos sobre cualquier efecto secundario de una vacuna incluso después de su aprobación. Los organismos pueden actualizar las recomendaciones o añadir etiquetas de advertencia si descubren una relación entre un efecto secundario grave y una vacuna.

¿Es seguro para mi hijo seguir el calendario de vacunas infantiles? ¿Y si recibe varias vacunas a la vez?

Los efectos secundarios significativos de la lista actual de vacunas infantiles son extremadamente raros, y no hay indicios de que recibir varias vacunas a la vez sea peligroso. Todas las vacunas o fármacos tienen algunos efectos secundarios, pero la inmensa mayoría de los síntomas son leves y transitorios.

El informe de estrategia “Hagamos a Estados Unidos saludable de nuevo”, publicado este mes, encarga al gobierno que “garantice que Estados Unidos tenga el mejor calendario de vacunas infantiles”, y pide que se investiguen más las lesiones provocadas por las vacunas. Kennedy ha cuestionado repetidamente la seguridad de las vacunas individuales, así como la conveniencia de administrar varias inyecciones a la vez.

Los niños reciben ahora muchas más vacunas que hace décadas. Pero las vacunas que se utilizan ahora son más limpias y eficaces, y contienen muchos menos estimulantes del sistema inmunitario —en términos de magnitud— que antes.

Además, los niños albergan billones de bacterias, más que el número de sus propias células, y se encuentran con patógenos por todas partes: de sus cuidadores y compañeros de juego; en cocinas, baños y parques infantiles; en juguetes, toallas y esponjas. El número de antígenos —las partes de un patógeno que provocan una reacción inmunitaria— en las vacunas es insignificante en comparación con su exposición diaria.

¿Las vacunas causan autismo?

El gobierno de Trump ha pasado a la ofensiva contra varios ingredientes de las vacunas y el calendario tradicional de vacunas infantiles. El lunes, funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos anunciaron nuevas investigaciones sobre las “causas profundas” del autismo, al destinar millones de dólares federales al estudio de factores entre los que se incluyen las vacunas.

Decenas de estudios realizados en las tres últimas décadas no han logrado establecer una relación entre las vacunas y el autismo. La idea de que las vacunas causan autismo cobró fuerza a finales de la década de 1990, cuando un investigador británico llamado Andrew Wakefield publicó un estudio sobre 12 niños que pretendía revelar una relación entre el autismo y la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola.

Pero el estudio era fraudulento y Wakefield tenía un conflicto de interés. Su artículo fue finalmente retractado y Wakefield perdió su licencia médica.

Desde entonces se han realizado muchos estudios más amplios relacionados con las vacunas y el autismo, incluido uno que examinó a toda la población infantil de Dinamarca. Allí, los investigadores siguieron a 657.461 bebés nacidos entre 1999 y 2010, de los cuales 6.517 recibieron finalmente un diagnóstico de autismo. No hubo una mayor incidencia proporcional del diagnóstico entre los niños vacunados y los no vacunados.

Independientemente de los tipos de vacunas, los ingredientes que contienen o el calendario de vacunación infantil, esos investigadores y otros que han investigado el tema siguen sin encontrar ninguna relación significativa entre las vacunas y el autismo.

¿Hasta qué punto son frecuentes las reacciones graves a las vacunas? ¿Hay grupos más susceptibles de sufrirlas?

Los efectos secundarios importantes de las vacunas son extremadamente raros. La mayoría de las vacunas pueden producir fatiga, fiebre y dolor en el lugar de la inyección, pero no conllevan efectos secundarios graves. En las raras ocasiones en que las autoridades sanitarias han detectado efectos secundarios más graves, han retirado las vacunas. Por ejemplo, en 1999, los CDC retiraron su recomendación de una vacuna contra el rotavirus que se asociaba a un tipo grave de obstrucción intestinal en niños, y el fabricante cesó voluntariamente la producción.

Una fracción de un por ciento de los jóvenes —especialmente los varones de entre 12 y 24 años— que reciben las dos primeras dosis de las vacunas contra la covid de Moderna y Pfizer pueden sufrir miocarditis, o inflamación del corazón. El efecto secundario es aún más raro en adultos de otras edades y no se ha observado en niños pequeños. En todos los grupos de edad, la miocarditis es más frecuente tras contraer la covid que tras recibir la vacuna, según un análisis de casi dos decenas de estudios.

(También se observó miocarditis tras las vacunas contra la viruela, incluida una versión que se ha utilizado para prevenir la viruela símica relacionada).

La miocarditis es tratable, y la mayoría de quien la experimenta se recupera totalmente. Si tienes dolor en el pecho, palpitaciones o dificultad para respirar durante la semana posterior a la vacuna, busca atención médica.

Las vacunas antigripales también son muy seguras. El síndrome de Guillain-Barré —en el que el sistema inmunitario ataca los nervios— se da en uno o dos receptores de cada millón, según los CDC y la Organización Mundial de la Salud, y es mucho más probable que lo causen las infecciones gripales que las vacunas.

Es posible, aunque no frecuente, tener una reacción alérgica a cualquier vacuna. Si alguna vez te han pedido que esperes un poco después de una vacunación antes de irte a casa, es para que, en el improbable caso de anafilaxia, el proveedor pueda tratarte rápidamente.