Chloe Khan, de 30 años, nació en el seno de una familia humilde en el norte de Inglaterra. Siendo casi una adolescente, hizo carrera como chica Playboy y tuvo su gran salto a la fama en 2010, cuando participó del popular programa de televisión X Factor.
Desde entonces, ganó millones de adeptos y amasó una fortuna, dinero que no duda en invertir sobre y dentro de su curvilínea anatomía.
Ahora, la modelo y actriz asegura que va a por una segunda cirugía estética vaginal, ya que no quedó del todo satisfecha con los resultados de la primera.
“Me hice la cirugía de vagina con un verdadero diseñador, pero desearía haber ido a otro cirujano, ya que no creo que tuviera la suficiente experiencia, expresó en declaraciones recogidas por el periódico Daily Star.
En la entrevista, contó que esa primera intervención fue una suerte de decisión “colateral” a otro procedimiento. En concreto, dijo que se operó para retirar unos implantes de glúteos —que también cambió por unos nuevos— y no quiso quedarse “sin nada” en el tiempo que transcurriría entre el retiro de unas nalgas y la colocación de las nuevas.
“Lo hice porque estaba cambiando mis implantes de glúteos y no quería despertarme sin nada más. Si estás pasando por algo traumático, al menos deberías darte un gusto”, reflexionó.
En cuanto a la operación de vagina, dijo que la idea era hacer una intervención “por dentro y por fuera”, y aseguró que fue muy clara sobre sus deseos al respecto. “Di instrucciones para que pareciera una Barbie de plástico, para que se viera perfecta”, declaró.
“Por dentro, es un procedimiento de ajuste, después se supone que debes estar perfecta allí abajo. Pero recuerdo despertarme y sentir mucho dolor”, relató.
“Te meten algo dentro y luego lo sacan. Sentí que mi alma abandonaba mi cuerpo, sinceramente, fue muy doloroso”, dijo, sin ocultar la decepción por lo que obtuvo al cabo de tanto padecimiento. “Los resultados fueron buenos, pero no espectaculares”, consideró.
Chloe dijo al citado medio que ya lleva gastado cerca de un millón de libras (alrededor de 1,25 millones de dólares) en procedimientos estéticos. Sin embargo, ni el costo económico ni el dolor físico parecen ser impedimento para que persevere en tales prácticas.
“Es lo único que quiero hacer de nuevo, no creo que en el interior haya hecho ninguna diferencia en absoluto, no era necesario hacerlo, en realidad era como algo extra. Pero sí volveré a hacerme la parte de afuera, quiero lograrlo esta vez, quiero que quede un poco mejor”, sostuvo.
Durante el reportaje, dijo estar arrepentida de algunas de las muchas cirugías a las que se ha sometido, y puso como ejemplo el ya mencionado implante de glúteos.
“Realmente no los recomiendo”, afirmó.
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