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El director de “El indomable Will Hunting” cree que hoy es “mucho más difícil” que hace 20 años hacer películas independientes.
Con "Good Will Hunting" (1997), un guion de unos entonces poco conocidos Matt Damon y Ben Affleck que se llevó el Óscar, Van Sant fue uno de los protagonistas de la explosión del cine de autor en Estados Unidos, bajo el aliento del hoy apestado productor Harvey Weinstein.
"Hollywood funciona como un banco, el dinero está siempre en el centro de todo, no es una cuestión de ideas. Los estudios se dieron cuenta de que podían hacer dinero a partir de una visión única e independiente, 'Pulp Fiction' (1994) había hecho mucho dinero", recordó. "Desgraciadamente hoy se llevan los grandes camiones, no los coches pequeños", añadió en referencia a las grandes superproducciones de acción.
Su última película, un drama basado en la vida del viñetista John Callahan, postrado desde los 21 años en una silla de ruedas, es una producción de Amazon Studios, titulada "Don't Worry, He Won't Get Far on Foot". "Las plataformas digitales se han convertido en un refugio para la gente que quiere ver este tipo de películas", aseguró.
La exposición que se inaugura hoy en La Casa Encendida está comisariada por Matthieu Orleans, de la Cinemateca Francesa, que ha destacado la posibilidad que ofrece de ver sus primeros cortos experimentales, filmados en blanco y negro, como "The Discipline of D.E." (1978) o el más conocido "A thanksgiving prayer" (1991), protagonizado por William Burroughs.
Van Sant, influido por la Generación Beat, recordó con cierto laconismo que su primera introducción a ese grupo fueron las novelas de Jack Kerouac, le fascinaban esas historias de "personajes que viajan de una ciudad a otra, viven aventuras excitantes y escuchan jazz".
Poco después logró que Burroughs protagonizara su corto y también trabajó en su segundo largometraje, "Drugstore Cowboy" (1989), la historia de una pareja de atracadores drogadictos que dio la vuelta al mundo y lanzó a la fama a Matt Dillon.
Van Sant es considerado descubridor de talentos hoy consagrados, como Dillon o el propio Joaquin Phoenix, protagonista de su última película, que se estrenará en julio, más de dos décadas después de "To Die For" (1995), que también revalidó a Nicole Kidman.
Muchos de esos actores forman parte de la galería de retratos expuestos en La Casa Encendida de Madrid, una colección de 400 polaroids, en las que posan de frente y con naturalidad Matt Dillon, Ben Affleck, Rob Lowe, Uma Thurman, Juliette Lewis, Robin Williams, River Phoenix o Keanu Reaves, entre otros.
"Son fotografías de casting", explicó Van Sant. "En aquella época no había internet y era difícil encontrar imágenes, así que les fotografiaba para luego decidir si eran adecuados para tal o cual papel". Un archivo que con el tiempo ha adquirido un valor testimonial de toda una época.
Van Sant recordó especialmente a River Phoenix, fallecido por sobredosis dos años después del estreno de "My Own Private Idaho" (1991). "Fue la primera película que hizo fuera del sistema de Hollywood que lo había encumbrado pero que le hacía cada vez más infeliz", recordó. "En nuestra película tenía libertad y eso le entusiasmaba".
Fuente: EFE


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