Ocurrió en un popular programa español. La reportera recibió en vivo un inesperado y antipático comentario..

Ocurrió en un popular programa español. La reportera recibió en vivo un inesperado y antipático comentario.

Las transmisiones en vivo siempre presentan un riesgo: la salida directa del mensaje hacia la audiencia, sin ocasión de mediaciones o correcciones, hace que cualquier error cometido sea irreparable.

Los ejemplos son numerosísimos, y en nuestro país los ha habido memorables. Tal fue el caso de los dichos del político nacionalista Alberto Volonté, quien durante una entrevista telefónica con radio Carve en 1999 preguntó —sin saber que ya estaba al aire— si disponía de tiempo para “echar una meada”.

Otro ejemplo, ocurrido hace menos de un año, involucró a los periodistas Ana Inés Martínez y Sebastián Giovanelli, quienes compartían micrófono en una transmisión deportiva. En la ocasión, y en un momento en el que creían no estar al aire, criticaron la silueta de un entrenador.

Ahora, una salida a destiempo hizo pasar un pésimo momento a una joven movilera española, e hizo que el canal de TV responsable de la transmisión se viera en necesidad de dar explicaciones.

El gazapo se produjo durante una emisión del programa Espejo público, emitido por el canal español Antena 3. Durante una salida en vivo desde la ciudad de León, una movilera del canal, llamada Marina, entrevistó a un estudiante que había protagonizado un curioso incidente viral: poco antes de rendir un examen entró al baño de una cafetería y se quedó encerrado.

Cuando la joven había introducido correctamente la noticia y se disponía a preguntar al protagonista de la historia, con ambos en imagen en pantalla, se escucharon claramente las polémicas palabras de Susanna Griso, reportera principal del programa, que estaba en estudios: “A mí, perdonadme. Esta chica que no sé ni cómo se llama, no me interesa verla”, dijo.

Las palabras de Griso fueron escuchadas por Marina a través del pinganillo o cucaracha y —tal como se aprecia en las imágenes— su demudado rostro fue un poema.

“Quiero, Marina, que nos presentes ya a Erik, que estás con él en León”, había dicho con anterioridad Griso, según recoge el periódico El Heraldo de Aragón.

El video del momento se viralizó de inmediato en redes sociales, y a Griso le llovieron criticas en cantidad suficiente como para llenar Paso Severino por diez años. La conductora no hizo ninguna declaración al respecto; sin embargo, la compañía Atresmedia, responsable del contenido, sí lo hizo. En concreto, la firma subrayó que las palabras de Griso no se refrían a Marina, aclaración que los internautas recibieron con escepticismo, y no evitaron que el nombre de la periodista se convirtiera en tendencia y acumulara más denuestos.

“Imagina haberte sacado la carrera de periodismo hace poco, entras a trabajar en uno de los canales más grandes de televisión de España con toda la ilusión del mundo y que una tipa como Susanna Griso suelte semejante mierda de ti. Desde aquí todo mi apoyo a la reportera”, dice una tuitera. “Me hacen a mí esto y me pongo a llorar en directo, vaya falta de respeto”, escribe otra.

Incluso una profesora de la reportera entró en liza y criticó con dureza a Griso. “Marina, que fue alumna mía, no solo es una excelente profesional; también es una gran persona. Y como persona (como profesional) merece todo el respeto del mundo. Y merece una disculpa pública por tu desafortunada salida de tono”, expresó la docente.

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