José Luis Rodríguez, mejor conocido como el Puma, compartió un extenso descargo tras el incidente que vivió en un avión en Quito, en el que fue obligado a abandonar la aeronave minutos antes del despegue hacia Miami. Aunque la situación quedó grabada por algunos pasajeros, el cantante decidió dar su propia versión y detallar cómo se desencadenó el conflicto.
En un video publicado en sus redes, Rodríguez explicó que venía de varios días de trabajo y prácticamente sin dormir. “A las cinco de la mañana tenía que estar en el aeropuerto. Estaba agotado, pero como siempre, llegué puntual”, comenzó.
Según relató, todo empezó por la ubicación de su bolso de mano. “Siempre lo guardo debajo del asiento porque ahí llevo mis medicamentos”, señaló. Sin embargo, el jefe de cabina, identificado como Ángel Coronado, le indicó que no podía colocarlos ahí.
El músico afirmó que respondió con una expresión coloquial. “Dije que era una tontería”, explicó, aclarando que sus palabras fueron malinterpretadas por una asistente, quien luego habría informado a su superior que él estaba faltándole el respeto. Desde ese momento, aseguró, la tensión aumentó.
“Me dijo que iba a consultar con el capitán para ver si me quedaba en el avión o me sacaban”, recordó sorprendido. Rodríguez intentó explicarle al comandante su necesidad de tener el bolso cerca debido a su condición de transplantado, pero —según su relato— recibió una respuesta fría: “Ellos deciden todo, no me diga nada a mí”.
El artista afirmó haber pedido disculpas reiteradamente. “Me disculpé tres veces. Les dije que estaba muy cansado, que no me sentía bien, que no había dormido”, agregó.
Incluso decidió dirigirse a los demás pasajeros para informar que estaba siendo retirado sin entender el motivo. Finalmente, describió la expulsión como brusca: “El capitán gritó tan fuerte que me quedó retumbando en el oído. Me sacaron como si fuera un delincuente”, lamentó.
Rodriguez aseguró que el episodio lo afectó profundamente. “Me sentí humillado, muy mal espiritual y físicamente”, destacó y sumó: “No se puede juzgar a una empresa por un solo empleado. Pero si esa persona no está preparada para manejar el poder que tiene, ese poder está en malas manos. Espero una disculpa y que algo así no vuelva a suceder”.