La dirigente del Partido Socialista, Mónica Xavier, publicó una columna en el semanario El Sol (de dicho partido) titulada "Resultados electorales, balance y futuro" donde analiza el ciclo electoral que culminó el pasado 27 de setiembre con las elecciones departamentales y cómo repercutió en el Frente Amplio.

"Acaba de culminar un largo ciclo electoral en el cual cosechamos más derrotas que triunfos. Perdimos el gobierno nacional, tres de las seis intendencias que gobernábamos y emblemáticos municipios como los de Bella Unión, Piriápolis y San Carlos. El retroceso electoral nos obliga a repensarnos", señala Xavier en el texto.

"La derecha no toleró más el avance de los gobiernos progresistas y se juntó toda para ganarle al Frente Amplio - no solo a nivel de gobierno nacional y en Montevideo -. Tengamos presente que Salto fue la excepción", agrega.
Xavier sostiene que el gobierno nacional ha discontinuado "las políticas sociales tejidas a lo largo de 15 años y amenazan recortar más, aumentaron tarifas, redujeron salario real y consecuentemente jubilaciones, atacaron los recursos universitarios y tanto más a través de la LUC y del actual Presupuesto".

"La derecha tiene vocación restauradora y la parte más evidente del manual de operaciones que implementa es la deslegitimación de todo lo avanzado por los gobiernos frenteamplistas: repiten sin cesar las palabras despilfarro, corrupción o auditorías cuando en realidad son sus propios candidatos y representantes los que están procesados o requeridos por la Justicia, a la cual no dudan en denostar o rehuir como lo ha hecho una y otra vez el ex comandante del ejército al amparo y complicidad de sus socios de gobierno", añade en su columna.

Sin embargo, Xavier cree que "el retroceso electoral" que cosechó el Frente Amplio en el período electoral "no es solo a causa de las estrategias adversarias y de la pandemia mediática" del gobierno. "Desde la época dictatorial que no se veía la guardia permanente de los canales de TV en Presidencia de la República", afirma la dirigente socialista.

"La gestión de gobierno no fue el problema para el Frente Amplio. Lo hecho en estos años está a la vista de todos y fruto de ello, en los seis departamentos donde gobernamos, en setiembre votamos mejor. Sin embargo a nivel municipal retrocedimos, evidenciando ausencia de trabajo de la fuerza política en el propio territorio. Grave omisión", dice Xavier.

"Las razones que expliquen y resuelvan esa aparente contradicción son mucho más profundas que una mala campaña o una candidatura", asegura la expresidenta del Frente Amplio.

"De cara a las elecciones de octubre de 2014, siendo presidenta del Frente Amplio, decidimos hacer y publicar lo que denominamos Cuadernos de la Realidad. Una edición donde se rendía cuentas de lo realizado área por área en los dos gobiernos nacionales del Frente Amplio hasta ese entonces. Rápidamente se transformó en una polea de transmisión eficiente para sistematizar en lenguaje accesible todo cuanto se había avanzado en los gobiernos progresistas. La pedagogía política es otra de las claves", recordó.

"Debemos volver a levantarnos y plantarnos firmes ante esta embestida de la derecha, que no es nueva: inicia ni bien asumimos en 2005 y fue incremental hasta que logró su objetivo. Reitero: si nos enredamos en catarsis improductivas y señalamos con dedo acusador a tal o cual compañero como el padre de la derrota de octubre o de los reveses de setiembre, vamos a estar lejos de encontrar soluciones y ser capaces de contagiar esperanzas", agregó.

Xavier considera que el FA debe "desarrollar una estrategia comunicacional bien pensada que impida a la derecha seguir imponiendo un relato antojadizo y falaz de lo que fueron los gobiernos del Frente Amplio".
"Estamos ante un gobierno decidido a teñir de sospecha todo cuanto hicimos como mecanismo para desandar todo lo avanzado en la era progresista. Lo hacen sin ningún pudor y el principal vocero es el propio presidente Lacalle Pou, cada vez más naturalizado en aires de suficiencia", explica en su columna.

"Otro desafío enorme es el de coordinar respaldos y canales de diálogo entre la fuerza política y los gobiernos que asumiremos próximamente en Montevideo, Canelones y Salto así como en los municipios frenteamplistas de todo el país", añadió.

Por último, considera que "el tercer gran desafío para el Frente Amplio es el de modernizar y potenciar sus estructuras de representación de coalición y movimiento, y mantenerse unidos y fraternos como mandata la historia según lo señaló y legó nuestro líder histórico, el general Líber Seregni".

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