Entre 80 y 90 % de los niños de América Latina y el Caribe serán incapaces de comprender un texto simple debido a la "catástrofe educativa" provocada por la pandemia de covid-19, según pronósticos de organismos internacionales divulgados este jueves.

Según el documento titulado "Dos años después: salvando a una generación", del BM, Unicef y Unesco, cuatro de cada cinco niños en América Latina y el Caribe no podrán comprender un texto simple.

El informe destaca que la pandemia de covid-19 provocó en América Latina y el Caribe los cierres de escuelas más largos y constantes del planeta, a raíz de los cuales los alumnos de la región perdieron en promedio un año y medio de aprendizaje.

Ello puede significar un retroceso de más de 10 años, subraya el texto.

La región "enfrenta una crisis educativa sin precedentes que podría comprometer el desarrollo futuro de nuestros países", comentó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

"El hecho de que una gran mayoría de los alumnos de sexto grado tal vez no logre comprender lo que leen pone un signo de interrogación sobre el bienestar futuro de millones de niños que aún no desarrollaron competencias fundamentales críticas, algo que eleva el riesgo de profundizar aún más las desigualdades de larga data en la región", agregó.

"Demasiados niños no han podido regresar a la escuela a tiempo completo, y muchos de los que han regresado están perdidos. En ambos casos no están aprendiendo", dijo por su lado Jean Gough, director de Unicef para América Latina y el Caribe, para quien esta "catástrofe educativa" se reproduce "día tras día".

Entre las "acciones clave" para "reencauzar a esta generación", el documento propone reintegrar a todos los alumnos que hayan abandonado el sistema educativo y asegurar que permanezcan en él, así como valorar y formar a los docentes.

Uruguay

De acuerdo con el estudio, nuestro país se encuentra entre los 11 que cerraron sus escuelas durante menos tiempo: menos de una cuarta parte del ciclo escolar entre marzo de 2020 marzo de 2022.

A su vez, se destaca a dos países por sus estrategias de aprendizaje a distancia: Chile y Uruguay. En nuestro caso, ya contábamos con el Plan Ceibal, que “adaptó e intensificó sus servicios” para docentes, estudiantes y familias; en tanto, el documento destaca que ambos países “aprovecharon eficazmente sus capacidades institucionales y de inversión preexistentes” durante la pandemia.

El Plan Ceibal también permitió “cerrar la brecha” que se generó entre los estudiantes afrodescendientes y los no afrodescendientes, quienes tienen más acceso a una computadora propia y a internet en el hogar que los primeros.

“Chile y Uruguay son dos ejemplos de enfoques multimodales de la educación a distancia que funcionaron gracias a una combinación acertada de instrumentos dentro del paquete de respuesta, pero también a que se beneficiaron de las inversiones previas en tecnología educativa y la capacidad institucional preexistente”, subraya el informe, pero enfatiza también en que “incluso en la mejor de las situaciones la educación a distancia no puede reemplazar la educación presencial”.

En el informe también se analizó el nivel mínimo de competencias (NMC) en “destrezas fundamentales básicas”, como lectura o matemática, como parte del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) de la Unesco. En 2019, un 36 % de estudiantes de tercer grado se situó por debajo del NMC en lectura y un 37 % en matemática, mientras que los de sexto año fueron 56 y 62 % respectivamente.

En el primer indicador, Uruguay se posicionó quinto (el primero fue Perú, con un 24 % de sus estudiantes de tercer grado por debajo del NMC en lectura) y el promedio regional fue de 44 %. En los otros, Uruguay ocupó las posiciones: sexto (Cuba primero con 25 %, promedio regional 48 %), cuarto (Costa Rica primero con 46 %, promedio regional 69 %) y segundo (Perú primero con 61 %, promedio regional 83 %).

Cálculos del Banco Mundial sobre la base de Azevedo et al. (2022).

Foto: Cálculos del Banco Mundial sobre la base de Azevedo et al. (2022).

En comparación con el ERCE anterior, de 2013, nuestro país (junto a Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras y Panamá) “no experimentó avances relevantes en ninguno de los grados o materias”.

A partir de esto, el estudio realiza una proyección de pérdidas en el aprendizaje en términos de “años de escolaridad ajustada por aprendizajes” (LAYS, por sus siglas en inglés). De esta manera, Uruguay perdería 0,9 años (10,8 meses) de escolaridad debido a la pandemia; se trata del tercer país en la lista, detrás de Nicaragua (0,2 años) y Haití (0,6). El promedio de la región es 1,5 años.