"Yo disparé" contra Walter Lubcke, reconoció Stephan Ernst, de años, según una declaración leída por la defensa.

Ernst está acusado por la fiscalía de haber matado al responsable político de un balazo en la cabeza a quemarropa el 1º de junio de 2019.

En un primer momento Stephan Ernst había confesado el asesinato, pero luego de retracto y acusó a su presunto cómplice, Markus Hartmann.

En su declaración del miércoles en el tribunal, pidió disculpas a la familia de Lubcke. "Lo sé, lo que hicimos Hartmann y yo será siempre imperdonable".

"Fue cruel y cobarde", reconoció. "Pero no puedo cambiar nada", agregó.

El asesinato de este responsable políticos, miembro del partido conservador de Angela Merkel, despertó el fantasma del terrorismo de extrema derecha.

Subestimado en los años 2000 por las autoridades griegas a pesar de la muerte de ocho inmigrantes turcos, un griego y una policía alemana a manos del grupúsculo neonazi NSU, la amenaza es percibida hoy en día como un desafío crucial para la seguridad interior de Alemania.

AFP