"Vamos a pasar por dos semanas muy difíciles", agregó el mandatario estadounidense durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.


"Quiero que todos los estadounidenses estén listos para los días difíciles que se avecinan", dijo en un tono grave, al tiempo que predijo que al final de ese período sería posible "comenzar a ver una verdadera luz al final del túnel".


Según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos se han registrado más de 184.000 casos de contaminación por COVID-19 y más de 3.700 muertes.


El número de decesos continúa acelerándose, especialmente en Nueva York, el epicentro estadounidense de la pandemia.


La Casa Blanca estima que la enfermedad matará entre 100.000 y 240.000 personas si se cumplen las restricciones actuales, en comparación con las 1,5 a 2,2 millones de muertes que se producirían si no se toma ninguna medida.


El domingo había mencionado un rango de entre 100.000 y 200.000 fallecimientos.


Sobre la base de estas proyecciones, los expertos de la fuerza de tarea estadounidense han abogado por la continuación de las medidas de contención parcial o total durante 30 días, como lo anunció el domingo Donald Trump, asegurando que tuvieron un efecto positivo.


"No hay vacuna ni terapia mágica, es solo una cuestión de comportamiento", dijo la doctora Deborah Birx, coordinadora del equipo estadounidense de coronavirus.


AFP