La presidenta del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Zaida Arteta, escribió una columna en la página web oficial del gremio tras el acuerdo que llegaron junto al Ministerio de Salud Pública (MSP) y las mutualistas para reincorporar a médicos de la exmutualista Casa de Galicia, acordado el pasado sábado tal como lo anunció el titular del MSP, Daniel Salinas.
En primer lugar, la dirigente sindical señaló que el acuerdo fue firmado “respetando” las decisiones del gremio médico de Casa de Galicia “en todas las instancias” y se estableció que se reincorporarán al menos 250 trabajadores, priorizados de mayor a menor dependencia económica de la mutualista que cerró, manteniendo similares laudos con un “cronograma de incorporación” de no más de 75 días en total.
“Para ello se destinarán entre las 5 mutualistas que recibieron socios, al menos 19 millones de pesos mensuales (aguinaldos, salarios vacacionales y otros beneficios aparte), que también se ejecutarán en su totalidad en caso de superar 250 personas hasta que se llegue a este tope. Asimismo se estableció que en la distribución los médicos y médicas deberán mantener al menos el 70% de trabajo y remuneración”, comentó Arteta en su columna.
La médica aclaró que esta situación es independiente a lo que establece la ley, en el sentido de que todos los trabajadores que no sean absorbidos formarán parte de una bolsa de trabajo a la cual deberán recurrir inicialmente estas cinco mutualistas, siempre que pretendan contratar a un médico. Además, también está por fuera de quién sea el prestador que gane la licitación del hospital y la contratación de las personas que allí trabajaban.
“Si bien en algunos casos se puede superponer (alguien priorizado en la absorción inicial y que además se le ofrezca seguir en el sanatorio en el periodo de transición o luego de la venta, en este caso la persona podrá optar). Por lo tanto, el número de personas que conservarán el trabajo si bien es incierto hoy, es altamente probable que supere esta cifra acordada como mínima. Se creó además una comisión de seguimiento tripartita que entenderá en cuestiones relacionadas a la ejecución del acuerdo”, señala.
A continuación, Arteta se cuestionó si están conformes y se auto respondió que “definitivamente” no, aunque sí puede ver el “medio vaso lleno”: “Los colegas que dependen económicamente de CDG tendrán en breve un trabajo y condiciones similares, algunos de ellos con suerte podrán seguir a los pacientes que conocen, las instituciones receptoras podrán mejorar la calidad de la atención brindada incorporando a estos colegas, ya que de un día para el otro aumentaron el número de socios entre un 10 y 20%”, destacó.
Sin embargo, también está el medio vaso vacío, que es que más de la mitad de los médicos colegas perdieron la fuente laboral y ya no asistirán a las personas para las que eran referencia. La presidenta del SMU reconoció que “no es la primera mutualista que cierra” por problemas financieros, pero aseguró que el resultado que se obtuvo en esta ocasión “no es tan bueno como en otras ocasiones” y explicó que está determinado por “múltiples variables”.
“Podemos plantear algunas que darían para análisis más profundo, pero no puedo dejar de mencionar aquellas como el breve lapso de tiempo de la negociación a partir de una ley que no estableció un mínimo de trabajadores a distribuir, ni condiciones mínimas como el respeto de los laudos, o la relación de dependencia para que se mantengan los derechos laborales básicos”, explicó.
“Vimos como existe una postura política equivocada (que vaya una a saber que prioriza), que defiende el trabajo médico de baja carga horaria, baja dedicación, baja remuneración, multiempleo y por tanto menor calidad y mayor incertidumbre”, añadió.
Finalmente, Arteta expresó que este camino “recién empieza”, admitió que quedan fuentes de trabajo por “conservar y recuperar” y, sobre todo, condiciones y laudos que son “derechos”.
“El SMU trabajara sin pausa en la comisión de seguimiento del acuerdo y en vistas a la solución del sanatorio y sus trabajadores junto al Gremio Médico de Casa de Galicia”, concluyó.