El hecho ocurrió en la noche del pasado 17 de enero en la ciudad rusa de Ufá, según publica la agencia RT.

Tal como se aprecia en las imágenes, dos sujetos introdujeron en el habitáculo un enorme globo inflado con gas, y luego se sentaron a esperar el estallido. Y esa explosión fue precisamente el problema.

Luego de la destrucción, los ladrones ingresaron de nuevo al cajero para hacerse con el botín, pero huyeron corriendo y sin llevarse ni un billete.

Según comentaron desde la Policía al portal local Gorobzor, el estruendo habría sido mayor de lo que los ladrones suponían, así como el humo y el desorden dentro del cajero.

Al parecer, huyeron asustados de su propia acción y suponiendo que no tendrían tiempo de concretar el robo antes de que llegara la policía.

De acuerdo con dicho medio, los patrulleros llegaron al lugar en pocos minutos.