La justicia de Rivera condenó este viernes a una pena de libertad vigilada a uno de los responsables de secuestrar y torturar a un hombre en septiembre de este año.

Según informa la Jefatura de Policía de Rivera, el hecho ocurrió el 29 de septiembre. La víctima se encontraba en su finca en calle Tacú, Barrio Misiones, cuando fue trasladado por otros tres hombres a una chacra en Camino Las Tunitas con la propuesta de realizar un trabajo.

Cuando llegaron al lugar, ataron al hombre y lo agredieron, entre otras cosas, cortándole parte de la oreja izquierda y generando "múltiples hematomas en cráneo y tronco", según el informe médico posterior.

La víctima logró escapar del lugar y llegar a una finca en calle Abelardo Márquez, solicitando auxilio y siendo trasladado al hospital local.

Este jueves, efectivos de la Dirección de Investigaciones allanaron la chacra en Camino Las Tunitas y lograron incautar una escopeta marca Eibar calibre 16, documentación, cartuchos y vainas.

El masculino de 24 años, uno de los responsables del secuestro y del ataque al hombre, fue conducido a la sede Judicial y condenado.

"Autor penalmente responsable de un delito de lesiones personales especialmente agravado, por efectuarlo con armas, delito de violencia privada especialmente agravado por efectuarlo con armas y por varias personas, un delito de privación de libertad especialmente agravado y un delito de contrabando. Todos en reiteración real", dice la condena difundida por la Jefatura de Rivera.

Esta larga lista de delitos tendrá una condena de 24 meses de prisión. Sin embargo, la pena se cumplirá en régimen de libertad a prueba.

El hombre deberá "residir en un lugar determinado donde sea posible su supervisión por la oficina de seguimiento de la libertad asistida", "sujetarse a la orientación y vigilancia permanente de la referida oficina" y presentarse una vez por semana en la seccional policial correspondiente a su domicilio "sin obligación de permanencia". Además deberá realizar ocho horas de servicio comunitarios semanales durante 10 meses. Por último, tiene prohibido acercarse o comunicarse con la víctima.