El senador del Partido Nacional, Sebastián Da Silva, y el exministro del Interior Nicolás Martinelli presentaron hace algunas semanas una denuncia contra Andrés Copelmayer, un votante del Frente Amplio que llegó a ocupar cargos durante el gobierno de José Mujica.
Tanto en el caso de Martinelli como en el de Da Silva, el reclamo formal —que terminó resolviéndose por conciliación— fue por el presunto delito de difamación e injurias, luego de que Copelmayer realizara afirmaciones en su cuenta de X sobre ambos dirigentes nacionalistas.
En el caso de Da Silva, la denuncia se enmarcó en la caída del “fondo ganadero” Conexión Ganadera. El senador sostuvo que fue señalado de “manera infundada” como parte activa de las maniobras delictivas que hoy se imputan a las familias Basso y Carrasco.
Copelmayer había publicado: “En Conexión Ganadera, la estafa más grande de la historia de la explotación pecuaria del Uruguay, Da Silva —el odiador serial del FA— en 45 días pasó de recomendar invertir y recibir apoyo de campaña de sus amigos fundadores del emprendimiento a indignarse por la estafa”.
“La publicación de un tuit de estas características por parte de Copelmayer no puede interpretarse sino como un intento de someter al denunciante y senador electo de la República, al desprecio público”, señala el texto de la denuncia.
En otro posteo, Copelmayer acusó de “coimero” a Martinelli por la compra directa de cámaras de seguridad durante su gestión en el Ministerio del Interior, operación que ascendió a US$ 33 millones y que fue cuestionada por actores de la entonces oposición. El frenteamplista sugirió que el exministro se habría quedado con parte del dinero destinado a las empresas proveedoras.
Martinelli formalizó la denuncia y luego la ratificó ante Fiscalía. Posteriormente, se desarrolló una instancia de conciliación entre los abogados de las partes. Tanto en su caso como en el de Da Silva, Copelmayer debió pedir disculpas públicas.
En su momento, integró el Frente Líber Seregni del Frente Amplio, Copelmayer fue coordinador de gabinete durante la gestión de Enrique Pintado al frente del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.
Psicólogo de profesión, trabajó durante años en el ámbito educativo en varios colegios privados. En las últimas elecciones, integró la lista 319 de Seregnistas de a Pie.
Copelmayer era uno de los militantes que tenía más cercanía con Pintado.