Agentes policiales de la ciudad argentina de San Miguel de Tucumán protagonizaron en las últimas horas un anecdótico episodio de multitarea, a la que le viene al dedillo la típica expresión “ya que estamos”.

Según se lee en un comunicado del gobierno tucumano, un patrullero que circulaba rumbo a un allanamiento en el número 2700 de la Calle Santa Fe detuvo la marcha poco antes de llegar al punto de destino debido a una situación inesperada.

Los efectivos vieron que una mujer les hacía señas desde la vereda, y al acercarse esta les dijo que su pareja la había agredido y que estaba a pocos metros. Los policías localizaron rápidamente al agresor, lo detuvieron y le llevaron a una dependencia policial. Cumplido el trámite, siguieron su ruta hacia el allanamiento que se les había encomendado, operación que sin duda experimentó un leve retraso.

La situación fue informada a la Unidad Fiscal de Violencia Familiar y de Género de la 2° nominación, que convalidó la aprehensión del hombre. Este quedó afectado a la causa Violencia de Género.