El obispo de Roma también pidió a los padres y educadores que transmitan a los jóvenes los valores que les hagan artífices de un mundo más justo, solidario y fraterno.

Francisco hizo estas manifestaciones en la misa que oficia en una mañana fría y lluviosa en el santuario mariano de Nuestra Señora de Aparecida, a 245 kilómetros de Río de Janeiro.

Francisco viajó a Aparecida para postrarse a los pies de la virgen negra, pedirle por el éxito de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud y poner al pueblo latinoamericano bajo su protección.

"Hoy, en vista de la Jornada Mundial de la Juventud que me ha traído a Brasil, también yo vengo a llamar a la puerta de la casa de María -que amó a Jesús y lo educó- para que nos ayude a todos nosotros, Pastores del Pueblo de Dios, padres y educadores, a transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno", afirmó.

Con información de EFE