Cerca de mil efectivos participaron ayer del operativo de seguridad del clásico del fútbol uruguayo.

Antes del partido, la Policía solamente impidió el ingreso de algunas banderas con tamaño no autorizado y que no estaban incluidas en el pedido de excepcionalidad, pero sin más novedades.

También, previo al encuentro, hubo un detenido por intento de hurto en interior de un vehículo, en las proximidades del escenario.

El operativo culminó a la medianoche con un saldo de tres detenidos. Uno, el ya mencionado por hurto, otro por conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol y un tercero porque estaba requerido por la Justicia.

Una agente de policía resultó con fractura de dos costillas pero este se debió a la patada de un caballo, no por incidentes.